
La obra Enredadera, es una oportunidad donde el
espectador es el protagonista, transformándose en viajero de un laberinto de
experiencias que lo llevan a preguntarse sobre decisiones tomadas y aquellas
que no fueron.
La cartelera
cultural de noviembre en la capital ofrece un estreno teatral que sale de los
cánones comunes. De partida, quien quiera asistir no va a sentarse a la butaca
de un teatro, sino que ingresa a un viaje íntimo y personal.
Dirigida por
René Méndez, ENREDADERA congrega a seis artistas que dan vida a una obra que, a
partir de la oscuridad y el silencio, elementos fundamentales del teatro
sensorial, investiga la relación silenciosa que mantenemos con los futuros que
pudieron ser y no fueron, ¿por qué elegimos de una manera y no de otra?
Con un trabajo
muy cuidado del espacio escénico, se suceden diversas instalaciones que
incluyen paisajes táctiles, olfativos y sonoros, que el público-viajero recorre
de manera individual, interactuando en algunas ocasiones con habitantes de este
laberinto.
“Esta
experiencia es un juego poético, el resultado de un proceso de creación en el
que hemos recuperado la esencia del lenguaje del teatro sensorial. Aquí lo
importante es perderse, para encontrar aquello que no se puede buscar”, explica
René Méndez.
De
espectadores a viajeros
Un elemento
importante de esta obra es el rol que tiene el público, rompiendo con la forma
tradicional del espectador y proponiendo una relación distinta con sus
visitantes o viajeros.
En
“Enredadera” el público es un participante activo que viaja, se moviliza y se
sumerge en este laberinto. Así lo describe su director, René Méndez: “El
momento en donde se conjuga espacio, experiencia, viajero y habitante es cuando
se produce la mezcla única, el momento irrepetible que libera y configura el
hilo conductor del relato”.
Las
condiciones para que este juego, esta experiencia sean posibles son únicas y
esenciales, un espacio en penumbra, el silencio que permitirá escuchar hasta el
más leve de los susurros, los habitantes que propician el viaje y claro un
viajero dispuesto a recorrer y vivir la experiencia a través de sus sentidos y
su piel.
La dirección
está a cargo del artista colombiano René Méndez, quien lleva más de 30 años
trabajando en la creación de juegos laberínticos. Junto a él, un elenco compuesto
por actores, psicólogos y educadores, que han trabajado juntos en los últimos 3
años con el proyecto Fortalecimiento a la Educación Pública a través del Arte
(FEP) mediante Laboratorios de Juegos en escuelas de la Región
Metropolitana.
Horarios
Otro punto
diferente de esta obra es que tampoco hay un horario rígido para quienes
quieran entrar al laberinto. El público va entrando de forma individual desde
las 18 horas cada 4 minutos. Cada viaje por este laberinto de sensaciones
llamado Enredadera dura 50 minutos aproximados.
Para reservar
la experiencia, hay que ingresar a https://artesmenores.org/enredadera-entradas y escoger el día y el horario en que se asistirá.