Alrededor
de 160 personas, entre sacerdotes, diáconos, religiosas, religiosos y laicos,
se dieron cita en el Centro Pastoral San Francisco. El acompañamiento a la
jornada lo encabezó el padre Larry Yévenes SJ.
En medio de un
entusiasta ambiente, marcado por el buen ánimo de los asistentes y la profunda
fe para asumir los desafíos pastorales para este año de la Diócesis de Iquique,
este sábado se realizó la primera Asamblea Diocesana de este año. Alrededor de
160 personas, entre sacerdotes, diáconos, religiosas, religiosos y laicos, se
congregaron en el Centro Pastoral San Francisco, para analizar y reflexionar
entorno a la actualidad del caminar de la diócesis, la labor cotidiana y
profundizar en las líneas pastorales.
El padre Larry Yévenes
SJ, acompañó la jornada que se extendió entre las 9 y 17 horas y que encabezó
el padre Guillermo Fajardo, vicario general de la Diócesis de Iquique.
Expusieron ante la asamblea el padre Carlos Hernández con la ponencia
“Acentuaciones Pastorales 2013#, vicario pastoral y el diácono Raúl Fernández,
con “Líneas y prioridades pastorales: De la II Carta Pastoral a la II Asamblea
Diocesana 2012”.
Dentro de los temas que
se abordaron, destacaron la Carta Pastoral 2012-2015 y Plan Pastoral Diocesano,
Participación Laical, Formación, Pastoral Juvenil, Consejo de Prevención
Diocesano de Abuso a menores y Comunicación, para luego compartir ideas
concretas y así implementarlas para el avance de la diócesis.
Asamblea
Desde hace 4 años, el
padre Larry Yévenes acompaña a la Diócesis de Iquique en diversas instancias de
carácter formativo vinculados a la pastoral del área espiritual y compartió
también con el clero. El 2012, ya tuvo la ocasión de compartir en las asambleas
diocesanas con interesantes exposiciones.
“Mi énfasis ha sido
ayudar en lo humano – espiritual, en estrategias para vivir mejor nuestro
ministerio y el servicio pastoral de los laicos, vinculado también a la
humanidad con herramientas de psicología, ayudando a que nos podamos
reflexionar más sobre lo que estamos haciendo”, explicó el presbítero.
Yévenes comentó que
desde el año pasado “sobre el trabajo que hemos hecho, evidentemente la crisis
ha sido fuerte. La salida de un pastor de manera abrupta e intempestiva ha
generado mucho dolor. Creo que se han dado pasos para asumirlo y
reflexionarlo”.
El sacerdote enfatizó
que con la Asamblea Diocesana de 2013, “esta reunión con más de 160 personas es
un buen paso para establecer prioridades y criterios de como queremos trabajar.
No se parte de cero, sino que hay marcos establecidos por la Carta Pastoral
Diocesana y el documento que se ha ido generando de prioridades. Buscamos
concretizar en labores en acciones específicas esas 6 prioridades. Vamos bien
encaminados”.