El
ferrocarril Arica - La Paz cumple hoy cien años desde que entró en
funcionamiento para unir a dos países que tres décadas antes se habían
enfrentado en la Guerra del Pacífico y hoy vuelven a distanciarse con la
demanda boliviana de tener una salida al mar a través del actual territorio
chileno.
La
construcción de esta vía férrea, de 440 kilómetros de largo, fue uno de los
compromisos asumidos por Chile en el Tratado de Paz y Amistad de 1904, que fijó
los límites territoriales tras un conflicto armado en el que Bolivia perdió su
litoral en ese océano.
Dicho
tratado establecía que "con el fin de estrechar las relaciones políticas y
comerciales de ambas Repúblicas, las Altas Partes Contratantes convienen en
unir el puerto de Arica con el Alto de la Paz por un ferrocarril cuya
construcción contratará a su costa el Gobierno de Chile".
Hacer
realidad una línea férrea que unía la ciudad de Arica, a orillas del Pacífico,
con el Alto de La Paz, a unos 4.100 metros sobre el nivel del mar, fue un
prodigio de la ingeniería que en su día fue comparado con el Canal de Panamá.
La
obra costó la vida a cientos de trabajadores y 315 millones de dólares, pero
permitió a Bolivia tener un acceso expedito al océano al tiempo que "Chile
cumplía escrupulosamente su compromiso", destacó hoy el presidente Sebastián Piñera.
Acompañado
de varios de sus ministros, Piñera encabezó hoy una ceremonia de conmemoración
del centenario de esta línea férrea en la estación de Poconchile, cerca de la
ciudad fronteriza de Arica, a 2.000 kilómetros al norte de Santiago.
El
mandatario chileno recorrió un tramo del ferrocarril para comprobar sobre el
terreno la culminación de las obras de rehabilitación iniciadas a mediados de
2010 y que han supuesto una inversión de 45 millones de dólares.
A
pesar de la magnitud de la construcción y del simbolismo de la puesta en
funcionamiento un siglo atrás de una línea férrea de esta envergadura en un
país en el que hasta el día de hoy casi no hay trenes, el ferrocarril sigue sin
operar de manera regular.
Las
desavenencias entre los dos países vecinos han provocado que en los últimos
años apenas circulen convoyes por los 205 kilómetros en territorio chileno
(Arica - Visviri) y los 235 kilómetros del tramo boliviano (Charaña - Alto de
la Paz).
El
gobierno de La Paz ha acusado al de Santiago de incumplir el Tratado de 1904 en
diversos aspectos, entre ellos la obligación de mantener en perfecto
funcionamiento esta vía férrea, algo que el mandatario boliviano, Evo Morales, denunció durante la cumbre de la
Comunidad de Estado Latinoamericanos (Celac) celebrada en Santiago a finales de
enero pasado.
"El
presidente Morales planteó que este ferrocarril no estaba operativo",
recordó hoy Piñera para a renglón seguido recalcar que la línea férrea está en
completa operación.
"Es
motivo de satisfacción demostrar a los chilenos, a los bolivianos y al mundo
entero" que el compromiso que asumió Chile en el Tratado de Paz y Amistad
de 1904 "hoy está en total y pleno funcionamiento", enfatizó.
La
celebración de este hito histórico además se da en un difícil momento de las
relaciones bilaterales, tras la presentación el pasado 24 de abril por parte de
Bolivia de una demanda contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia de
La Haya.
En
esa demanda, el gobierno de La Paz solicita al tribunal de las Naciones Unidas que "falle y declare que Chile
tiene la obligación de negociar de buena fe con Bolivia un acuerdo pronto y
efectivo que le otorgue una salida plenamente soberana al océano
Pacífico".
Al
respecto el presidente Piñera dijo este lunes que Chile "siempre va a
estar con las puertas abiertas y la mejor voluntad para estrechar los lazos con
Bolivia y buscar una integración física, económica, comercial y cultural".
"Pero
Chile -puntualizó- no es solo un país que respeta los tratados internacionales,
sino que también va a pedirle a su contraparte -en este caso Bolivia- que
respete esos tratados, porque en eso se basa la paz y la buena relación entre
los países".
Y
mientras las diferencias políticas mantienen semiparalizada una vía de
comunicación que en su momento transportaba 100.000 toneladas anuales que hoy
podrían llegar hasta las 600.000, las autoridades regionales esperan que la
situación cambie.
La
entrada en funcionamiento del ferrocarril descongestionaría el puesto
fronterizo de Charaña, el más elevado del mundo (4.200 metros sobre el nivel
del mar), por donde circulan diariamente 700 camiones.
Parte
del tráfico se desviaría al paso de Visviri, por donde pasaría el tren, lo que
además acortaría el viaje a La Paz en un hora, explicó hoy a un grupo de
corresponsales Odlanier Véliz, gobernador de la provincia chilena de Parinacota.
Arreglar
el daño en la línea férrea provocado por las crecidas del río Lluta, el rigor
del clima desértico y el paso del tiempo se llevó tres años.
Convertir
este medio de transporte en un elemento de verdadera integración
entre Chile y Bolivia tal vez requiera mucho más tiempo.
Fuente:
EFE