martes, 21 de mayo de 2013

Piñera compara favorablemente su gestión con la de Bachelet, pese a errores

El presidente Sebastián Piñera, entregó hoy la última cuenta pública de su Gobierno con un largo discurso en el que comparó favorablemente su gestión con la de su predecesora, Michelle Bachelet, quien pese a estar invitada no asistió a la ceremonia celebrada en el Congreso.

Ante la presencia de parlamentarios, ministros y los candidatos presidenciales para las elecciones de noviembre, excepto Bachelet y el aspirante humanista Marcel Claude, el mandatario hizo un repaso de lo realizado en los tres primeros años de su Gobierno, que concluye en marzo de 2014.

Piñera comenzó su alocución de más de dos horas recordando la batalla naval de Iquique, librada contra Perú hace hoy 134 años, y reconociendo algunas equivocaciones en su gestión.

"Gobernar no es una tarea fácil -dijo-, hemos cometido errores, pero hemos entregado nuestro mejor esfuerzo para cumplir a los chilenos".

En un discurso cuajado de cifras comparativas entre lo realizado por su Gobierno y el de Bachelet, el mandatario enfatizó que "Chile hoy es un mejor país que el que era tres años atrás".

"Chile está creciendo con fuerza, casi alcanzamos el pleno empleo; la pobreza y desigualdad han bajado; los salarios están aumentando con vigor. Todos coinciden que la educación es mejor y la delincuencia bajó".

En esta línea, aseguró que si el país mantiene el actual rumbo, antes de que finalice la década se convertirá en el primero de América Latina en salir de la pobreza.

Con una renta per capita de "casi 20.000 dólares", Chile está avanzando con pie firme hacia el desarrollo, aseguró el presidente, quien agregó que "la pobreza, la indigencia y desigualdad han recuperado su tendencia a la baja".

Pese a que todavía faltan diez meses para que entregue el poder, Piñera señaló que es hora de hacer balance para "que hablen los hechos con toda su fuerza".

Destacó que Chile ha crecido un 5,8 % en promedio en los tres años de su Gobierno, frente al 3,3 % de la presidencia de Bachelet (2006-2010), y que se han creado 800.000 puestos de trabajo, casi el doble que en los cuatro años anteriores.

Y además las exportaciones crecieron más de un 40 % en 2012, año en que "Chile fue el segundo receptor de inversión extranjera directa de América Latina, sólo superado por Brasil".

El mandatario aseguró también que se ha reconstruido más del 90 por ciento de la infraestructura pública destruida en el terremoto ocurrido el 27 de febrero de 2010, pocos días antes de asumir la presidencia, y se comprometió a completar esta tarea antes de que concluya su mandato.

Mientras miles de estudiantes se manifestaban en los alrededores del Congreso, Piñera defendió la reforma educativa de su Gobierno, dotada este año con 14.000 millones de dólares de inversión, "casi un 50 % más que en 2009", y un fondo adicional de 4.000 millones.

"En educación se había hablado mucho, pero no se había hecho lo suficiente", criticó Piñera, quien se mostró en contra de la educación superior gratuita para todos los jóvenes. "porque no es justo financiar al 10 % más rico".

En materia social aseguró que 148.000 personas superaron la pobreza extrema y defendió la entrega de bonos a las familias más vulnerables para atenuar las consecuencias de la miseria, una medida muy criticada por la oposición, que la considera populista.

En su intervención -que a diferencia del año pasado no se vio interrumpida por incidentes en la tribuna del público- Piñera pidió "encarecidamente" al Congreso que apruebe las leyes para reformar el funcionamiento de la sanidad privada, un problema que figura a la cabeza de las preocupaciones de los chilenos.

Al hacer repaso a los compromisos en el ámbito político, destacó la aprobación de la inscripción automática y el sufragio voluntario, que incorporó al censo a más de cinco millones de potenciales votantes.

Y pidió al Congreso que apruebe los proyectos de ley enviados por el Ejecutivo para garantizar la transparencia y la probidad pública y regular el "lobby", los cuales establecen la obligación para quienes ejerzan cargos públicos de renunciar a la administración e incluso a la propiedad de su patrimonio, para evitar conflictos de intereses.

Sin embargo, el voto de los chilenos en el extranjero, una de sus principales promesas de campaña, no podrá ver la luz durante su presidencia a pesar de que se comprometió a "seguir impulsándolo".

Respecto a las relaciones con los vecinos, Piñera dijo que su Gobierno ha hecho todos los esfuerzos para profundizar en la integración con Bolivia, país que un mes atrás presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya para reclamar el acceso soberano al mar que perdió en la Guerra del Pacífico (1879-1883).

"No tenemos ni mantenemos ningún diferendo limítrofe con Bolivia. Tenemos un tratado de paz, amistad y límites válidamente celebrado el año 1904, que se encuentra plenamente vigente".

Chile lo ha cumplido y lo seguirá cumpliendo "de manera íntegra y de buena fe" y por esas razones "tenemos todo el derecho a exigir que Bolivia haga lo mismo", recalcó Piñera quien se comprometió a seguir trabajando "con fuerza e inspiración" hasta el último día de su Gobierno.

Tras concluir Piñera con su discurso se registraron graves incidentes en las cercanías del Parlamento chileno y al final de una multitudinaria marcha de estudiantes y trabajadores sociales, y que hasta el momento hay cuatro carabineros heridos.


Fuente: EFE