Hasta
la parroquia Jesús Servidor en la emblemática población Lo Hermida en
Peñalolén, llegó el Administrador Apostólico de Santiago para recorrer junto a
cientos de fieles, las estaciones del tradicional Vía Crucis de Viernes Santo.
Por
medio del Vía Crucis, monseñor Celestino Aós, junto al padre Pablo Palma,
párroco de Jesús Servidor, realzaron las distintas labores socio pastorales que
impulsa la parroquia en la población Lo Hermida, como son el proyecto “12
canastas” y “CAM”, iniciativas que fortalecen el trabajo solidario entre los
más pobres y desvalidos de este popular sector de Peñalolén.
Sobre
lo anterior, el obispo Aós dijo: “El Viernes Santo y el Vía Crucis nos invitan
siempre a mirar a Jesucristo y a mirar a los otros cristos de hoy, a los más necesitados. El Viernes Santo no debe quedarse solo en
ritos litúrgicos de la Iglesia, sino que sale a nuestras casas y a nuestras
calles”.
Luego
añadió: “La Iglesia en principio tiene que ser servidora. Nosotros somos
hermanos y estamos llamados a compartir con los que más necesitan, los más
vulnerables, los adultos mayores, los enfermos, los privados de libertad. Todo
aquel que sufre merece nuestra atención”.
El
padre Pablo Palma, párroco de Jesús Servidor y capellán de La Moneda, expresó:
“Es una alegría tremenda tener hoy al Administrador Apostólico y que venga a
nuestra comunidad y conozca los proyectos comunitarios que tenemos acá y el
trabajo pastoral que cruza todas las realidades de vulnerabilidad. Cada
estación representa las realidades que hay en esta comuna: infancia misionera,
pastoral de adulto mayor, el comedor que atiende a los adultos mayores
vulnerables de la comuna, migrantes y mujeres indígenas de la comuna. Si
ustedes ven a las personas que están acá, es el Pueblo de Dios. Este es un signo
que habla por sí mismo y que el Obispo esté acá es un gran gesto”.
Gladys
Peña, por su parte, quien participa hace diez años en la parroquia, compartió
la alegría por la actividad: “Conmemorar estas fechas es algo muy
significativo. Cristo vino a la tierra, dio todo por nosotros, y a veces ante
una pequeña dificultad lo traicionamos y abandonamos con nuestras palabras y
actitudes. Creo que Jesús estuvo entre la gente, con los más pobres y que hoy
el Obispo este acá, que encabeza la Iglesia, es un signo de que él quiere estar
en el pueblo y no encerrado entre cuatro paredes que es muchas veces lo que
hacemos los católicos”.