Será el primero en su tipo en Chile y reunirá
información del periodo comprendido entre 1980 y 2018.
Tras las cicatrices dejadas por los incendios forestales de la región de
Valparaíso, ocurridos en los últimos 38 años, irán los investigadores y
académicos de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas de la Universidad de
Playa Ancha (UPLA), Freddy Saavedra y Carlos Romero.
Mediante el uso de teledetección, es decir, imágenes satelitales, los
investigadores del Departamento de Geografía realizarán un mapeo de cómo ha
sido afectada la superficie de la región con los incendios forestales
acontecidos entre los años 1980 y 2018.
“Ésta es una primera base de datos de incendios, que tiene implicaciones
referidas a cómo ha cambiado la hidrología de la zona que se ha quemado, cómo
ha cambiado la ecología, el movimiento de la vegetación, qué es lo que se ha
recuperado, lo que ha vuelto a crecer dentro de esa vegetación. Sabremos los
distintos tipos de severidades, si se quemó mucho, moderado o fuerte”, explica
el doctor en Ciencias de la Tierra y especialista en cuencas, Freddy Saavedra.
De acuerdo al especialista, será ésta la primera investigación en Chile
basada en información satelital gratuita. Hasta ahora, los estudios efectuados
han tenido como sustento el monitoreo en terreno en breves periodos.
La generación del atlas, dice Saavedra, permitirá determinar qué zonas
de esta región son las que más se han incendiado en 38 años, a qué distancia de
las ciudades se quema más, cuál ha sido la severidad de los incendios
forestales, qué tipo de vegetación es la que más se quema y cuál es la que
logra renovarse.
“Lo que nosotros haremos es reconstituir las cicatrices de los incendios
y la severidad de ellas, en un periodo amplio para establecer una estadística
de dónde, en qué momento y sobre qué se está quemando. A nivel local los
municipios están interesados en esta información, particularmente lo referido a
la zona de interfaz, que es donde se tocan las ciudades con la vegetación. A
nivel mundial se le conoce como interfaz urbano-forestal, y conocer cuál es la
distancia donde se debería poner más precaución y más recursos”, precisa el
académico.
La información que se obtenga será valiosa, por ejemplo, para la toma de
decisiones en los planes reguladores, porque se contará con datos precisos que
permitirán establecer zonas de amortiguación, de precaución, y áreas donde se
deba hacer gestión de riesgos, en virtud del registro histórico recogido.
Finalizada la investigación este año, se pondrá en un sitio web a
disposición de la comunidad el mapa de la región con la información detallada
por año de la ocurrencia, frecuencia y zonas más afectadas por los incendios
forestales.