
Autoridades chilenas cerraron el lunes un
centro comercial en el centro de Santiago que atrajo a cientos de personas que
querían comprar mercadería para vender, en el primer día del relajamiento de
una extensa cuarentena en la zona.
Al menos 300 personas hicieron fila para
acceder a un establecimiento especializado en productos chinos, antes de su
apertura y entraron apresuradamente mientras guardias de seguridad intentaban
dispensar alcohol en gel y tomar la temperatura, lo que en algunos casos
provocó enfrentamientos físicos con el público.
El comercia está situado en un área popular
de trabajadores informales y gran cantidad de población migrante donde el lunes
por la mañana se alivió un estricto cierre de los últimos tres meses.
Como muchas naciones latinoamericanas, Chile
tiene una gran población dedicada al comercio informal que tuvo que batallar
para obtener ingresos en medio de las restricciones.
La reapertura del céntrico sector, que
también alberga oficinas gubernamentales y sedes comerciales, transcurrió en
gran medida sin incidentes, aunque con concentraciones mayores de personas en
tiendas reabiertas y en transporte público.
Felipe Alessandri, alcalde de Santiago, dijo
que algunas tiendas habían ofrecido ofertas “irresistibles” que habían atraído
a compradores de toda la capital.
“Aquí a mayor libertad, mayor responsabilidad
y claramente aquí la estupidez humana ha sido superior”, dijo a periodistas
afuera del centro comercial cuando las autoridades llegaron a cerrarlo.
Isabel Zúñiga, propietaria de una de las
tiendas que reabrió, dijo que había buscado implementar un sistema de reserva
de citas para los clientes en Facebook, pero que se había visto sobrepasada por
la multitud.
“Son comerciantes y son gente que no ha
trabajado por tres o cuatro meses, sin recibir un sueldo, sin recibir un bono
del gobierno, entonces gente que se ven desesperados por sus negocios,
desesperada por salir a comprar sus productos para poder venderles y alimentar
a sus familias”, declaró.
Fuente: Reuters