El sistema
cardiovascular es el primero que comienza a resentir la falta de agua.
El
agua es fundamental para el desarrollo de la vida de los seres humanos. Gracias
a ella el organismo puede realizar diversos procesos biológicos vitales para
nuestra existencia. Pero, ¿qué sucede cuando dejamos de consumirla?
El
lunes 24 un grupo de comuneros mapuche que permanecen privados de libertad en
los recintos penitenciarios de Angol y Lebu se declararon en huelga de hambre
seca, asumiendo los riesgos para la salud que implica la medida.
El
doctor Gonzalo Cruz, profesor de Fisiología de la Universidad de Valparaíso e
investigador del Centro de Neurobiología y Fisiopatología Integrativa (CENFI),
explica cómo reacciona el organismo al privarlo del consumo de agua y sus
consecuencias, que en los casos más graves pueden llegar a ser irreversibles.
“El
agua es el principal constituyente de nuestro organismo”, advierte el doctor
Cruz, quien agrega que la mayoría de las moléculas que conforman nuestro cuerpo
están disueltas en agua.
“Una
de las funciones más importantes del agua es que, a través de la orina, se
eliminan desechos metabólicos disueltos en agua, los que son producidos
constantemente producto del funcionamiento de nuestras células. Sin embargo, si
no tomamos nada de agua nuestro cuerpo comienza a luchar por retenerla, para
mantener estable la presión sanguínea y como consecuencia se acumulan
sustancias tóxicas que eventualmente llevan a la falla de los órganos”, asegura
el investigador.
Falla
multisistémica
El
profesor de Fisiología UV también advierte que “el sistema cardiovascular es el
primero que comienza a resentir la falta de agua. Disminuye la presión
sanguínea y aumenta la frecuencia cardiaca para compensar la baja de presión.
Luego, comienza a fallar el riñón y en este punto se empiezan a acumular
desechos tóxicos en el cuerpo, siendo inminente la falla de varios órganos al
mismo tiempo”.
De
la misma manera, aclara el doctor Cruz, la pérdida de electrolitos también
contribuye a las alteraciones a nivel muscular, en el sistema nervioso y en el
sistema cardiovascular, entre otros.
Sobrevida
sin agua
Tal
como lo indica Gonzalo Cruz, dependiendo del estado de salud, una persona
podría sobrevivir entre una y tres semanas sin consumir agua ni alimentos. Así
también lo ratifica el estudio del Instituto de Medicina Forense del Centro
Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf, donde se afirma que "parece
posible sobrevivir sin comida ni bebida durante un lapso de tiempo de entre
ocho a 21 días".
“Aunque
si el punto de partida ya es con un deterioro importante, la persona puede incluso
sobrevivir menos días. El problema se
produce debido a que perdemos agua y electrolitos de diversas formas, como a
través de la orina, el sudor, la respiración o incluso a través de la piel.
Pero solo ingresamos agua a nuestro cuerpo a través de la ingesta de agua o a
través de los alimentos”.
¿Daño
irreversible?
Respecto
a la consulta si el daño se puede revertir, Gonzalo Cruz señala que hasta
cierto punto sí, pero dependerá del grado de perjuicio que se haya producido,
porque “una baja cantidad de agua corporal puede disminuir el flujo de sangre
en varios órganos, lo que se relaciona con estrés oxidativo, inflamación y
finalmente daño y muerte celular. Si se reacciona a tiempo, los daños pueden
ser reversibles, pero si se reacciona muy tarde puede haber secuelas
irreversibles.
Finalmente,
el investigador recomienda consumir entre un litro y medio a dos litros y medio
de agua al día en adultos, advirtiendo también que “depende del peso corporal,
del sexo, la edad, de la temperatura del ambiente y también de la cantidad de
ejercicio que realicemos”.