El papa
Francisco defendió este jueves al obispo chileno Juan Barros y aseguró que
las acusaciones de que encubrió los abusos sexuales contra menores cometidos
por el sacerdote Fernando Karadima "son calumnias", reportó EFE.
"El día que me traigan una prueba contra el
obispo Barros, voy a hablar", declaró el pontífice a periodistas de varios
medios locales a su llegada a la ciudad de Iquique, donde celebró la tercera y
última misa de su gira apostólica por Chile.
"No hay una sola prueba en contra, todo es
calumnia", enfatizó Jorge Mario Bergoglio en declaraciones a los
comunicadores. Estos lo abordaron en el momento en que se bajó del automóvil
cerrado en el que viajaba para subirse al papamóvil.
Al conocer las palabras del papa Francisco, Juan
Carlos Cruz, una de las personas que se querellaron contra Fernando Karadima,
mostró su disconformidad con el pontífice. "Seguimos igual y su perdón
sigue siendo vacío", manifestó a través de su cuenta de Twitter.
"Como si uno hubiese podido sacarse una selfie
o foto mientras Karadima me abusaba a mi u otros con Juan Barros parado al lado
viéndolo todo", dijo molesto.
"Estas personas desde arriba están locas y el
papa habla de reparación a las víctimas. Seguimos igual y su perdón sigue
siendo vacío", reiteró Cruz.
Juan Barros Madrid, nombrado obispo en marzo de
2015 por el papa Francisco, ha estado estos días en el ojo del huracán por su
participación en los principales actos religiosos con motivo de la visita del
pontífice.
Ello, debido a las denuncias en su contra como
encubridor de los crímenes cometidos por Fernando Karadima cuando este era
párroco de la iglesia de El Bosque.
El pasado martes, Barros apareció por primera vez
en público en la gira de Bergoglio durante la misa multitudinaria celebrada en
el parque O'Higgins de la capital chilena.
Además, Barros estuvo el miércoles en la misa que
el papa ofició en el aeropuerto Maquehue de la ciudad de Temuco, y asistió este
jueves a la del campus Lobito, en la ciudad de Iquique, adonde se desplazó
junto a otros obispos chilenos que acompañan al séquito vaticano.
En declaraciones a los periodistas a su llegada a
la capital de la región de Tarapacá, Barros Madrid aseguró que "el santo
padre siempre ha sido muy cariñoso y apoyador" con él. "Eso a uno,
como hijo de la iglesia, como sacerdote y obispo, lo alegra, lo
fortalece", añadió.
"El papa fue muy cariñoso al final de la misa
(de ayer en Temuco), dándome palabras de ánimo. Las palabras específicas me las
guardo en el corazón, pero fueron muy lindas", manifestó al ser abordado
por la prensa en el aeropuerto de Iquique.
Preguntado por su presencia en la gira papal,
después de que el pasado lunes Bergoglio dijera sentir "dolor y vergüenza"
y pidiera perdón por los abusos cometidos por miembros del clero contra jóvenes
y niños, Barros respondió que "participar en la misa es lo más grande, y
eso es lo que prima para muchos".
Pedido de 'hospitalidad'
para los inmigrantes
El papa concluyó su viaje a Chile con una misa en
Iquique, la ciudad norteña símbolo del incremento del fenómeno migratorio
interno en Latinoamérica, desde donde realizó uno de los llamamientos de su
pontificado: "Dar hospitalidad para los inmigrantes", precisó oreo
reporte de EFE.
Francisco celebró esa misa dedicada a la
"integración de los pueblos" y explicó que en la lengua de los
indígenas aymaras, Iquique quiere decir "Tierra de sueños" y que esta
tierra "ha sabido albergar a gente de distintos pueblos y culturas que han
tenido que dejar a los suyos, marcharse".
En Iquique, donde el 10% de la población es
inmigrante, sobre todo de los vecinos Perú y Bolivia, además de venezolanos y
haitianos, el papa recordó la marcha de estas personas "siempre basada en
la esperanza por obtener una vida mejor".
Como suele recordar Francisco, los inmigrantes
"son icono de la Sagrada Familia que tuvo que atravesar desiertos para
poder seguir con vida" y realizó un llamamiento ante las decenas de miles
de personas congregadas para que esta tierra "siga siendo también tierra
de hospitalidad".
Pidió estar atentos "a las situaciones de
injusticia", "a las nuevas formas de explotación", y a "la
precarización del trabajo que destruye vidas y hogares".
"Estemos atentos a los que se aprovechan de la
irregularidad de muchos inmigrantes porque no conocen el idioma o no tienen los
papeles en regla", exhortó.
Además pidió "aprender y a dejarnos impregnar
por los valores, la sabiduría y la fe que los inmigrantes traen consigo".
El papa dedicó su homilía a la alegría del
Evangelio y a la alegría de las fiestas de la Virgen de la Tirana, que se
celebran en esta zona de Chile.
La misa repleta de bailes y cantos tradicionales,
con numerosos fieles vestidos orgullosamente con los trajes típicos de sus
comunidades, terminó con el agradecimiento a los fieles que llegaron hasta este
lugar.
"Y quiero agradecer la presencia de tantos
peregrinos de los pueblos de Bolivia, Perú y, no se pongan celosos,
especialmente de los argentinos que son mi patria", dijo.
Estaba previsto que grupos numerosos de argentinos
pasaran la frontera para llegar a Chile con motivo de la visita del papa y por
ello se adoptaron diferentes planes de seguridad.
Francisco agradeció a la presidenta Michelle
Bachelet su invitación y dio las gracias a todos los que han hecho posible
este viaje. Francisco rehuyó un encuentro privado con Piñera.
"Sigo mi peregrinación hacia Perú. Pueblo
amigo y hermano de esta Patria Grande que estamos invitados a cuidar",
dijo.
Fuente: EFE