jueves, 18 de enero de 2018

El papa defiende al obispo chileno acusado de encubrir abusos sexuales

El papa Francisco defendió este jueves al obispo chileno Juan Barros y aseguró que las acusaciones de que encubrió los abusos sexuales contra menores cometidos por el sacerdote Fernando Karadima "son calumnias", reportó EFE.

"El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, voy a hablar", declaró el pontífice a periodistas de varios medios locales a su llegada a la ciudad de Iquique, donde celebró la tercera y última misa de su gira apostólica por Chile.

"No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia", enfatizó Jorge Mario Bergoglio en declaraciones a los comunicadores. Estos lo abordaron en el momento en que se bajó del automóvil cerrado en el que viajaba para subirse al papamóvil.

Al conocer las palabras del papa Francisco, Juan Carlos Cruz, una de las personas que se querellaron contra Fernando Karadima, mostró su disconformidad con el pontífice. "Seguimos igual y su perdón sigue siendo vacío", manifestó a través de su cuenta de Twitter.

"Como si uno hubiese podido sacarse una selfie o foto mientras Karadima me abusaba a mi u otros con Juan Barros parado al lado viéndolo todo", dijo molesto.

"Estas personas desde arriba están locas y el papa habla de reparación a las víctimas. Seguimos igual y su perdón sigue siendo vacío", reiteró Cruz.

Juan Barros Madrid, nombrado obispo en marzo de 2015 por el papa Francisco, ha estado estos días en el ojo del huracán por su participación en los principales actos religiosos con motivo de la visita del pontífice.

Ello, debido a las denuncias en su contra como encubridor de los crímenes cometidos por Fernando Karadima cuando este era párroco de la iglesia de El Bosque.

El pasado martes, Barros apareció por primera vez en público en la gira de Bergoglio durante la misa multitudinaria celebrada en el parque O'Higgins de la capital chilena.

Además, Barros estuvo el miércoles en la misa que el papa ofició en el aeropuerto Maquehue de la ciudad de Temuco, y asistió este jueves a la del campus Lobito, en la ciudad de Iquique, adonde se desplazó junto a otros obispos chilenos que acompañan al séquito vaticano.

En declaraciones a los periodistas a su llegada a la capital de la región de Tarapacá, Barros Madrid aseguró que "el santo padre siempre ha sido muy cariñoso y apoyador" con él. "Eso a uno, como hijo de la iglesia, como sacerdote y obispo, lo alegra, lo fortalece", añadió.

"El papa fue muy cariñoso al final de la misa (de ayer en Temuco), dándome palabras de ánimo. Las palabras específicas me las guardo en el corazón, pero fueron muy lindas", manifestó al ser abordado por la prensa en el aeropuerto de Iquique.

Preguntado por su presencia en la gira papal, después de que el pasado lunes Bergoglio dijera sentir "dolor y vergüenza" y pidiera perdón por los abusos cometidos por miembros del clero contra jóvenes y niños, Barros respondió que "participar en la misa es lo más grande, y eso es lo que prima para muchos".

Pedido de 'hospitalidad' para los inmigrantes

El papa concluyó su viaje a Chile con una misa en Iquique, la ciudad norteña símbolo del incremento del fenómeno migratorio interno en Latinoamérica, desde donde realizó uno de los llamamientos de su pontificado: "Dar hospitalidad para los inmigrantes", precisó oreo reporte de EFE.

Francisco celebró esa misa dedicada a la "integración de los pueblos" y explicó que en la lengua de los indígenas aymaras, Iquique quiere decir "Tierra de sueños" y que esta tierra "ha sabido albergar a gente de distintos pueblos y culturas que han tenido que dejar a los suyos, marcharse".

En Iquique, donde el 10% de la población es inmigrante, sobre todo de los vecinos Perú y Bolivia, además de venezolanos y haitianos, el papa recordó la marcha de estas personas "siempre basada en la esperanza por obtener una vida mejor".

Como suele recordar Francisco, los inmigrantes "son icono de la Sagrada Familia que tuvo que atravesar desiertos para poder seguir con vida" y realizó un llamamiento ante las decenas de miles de personas congregadas para que esta tierra "siga siendo también tierra de hospitalidad".

Pidió estar atentos "a las situaciones de injusticia", "a las nuevas formas de explotación", y a "la precarización del trabajo que destruye vidas y hogares".

"Estemos atentos a los que se aprovechan de la irregularidad de muchos inmigrantes porque no conocen el idioma o no tienen los papeles en regla", exhortó.

Además pidió "aprender y a dejarnos impregnar por los valores, la sabiduría y la fe que los inmigrantes traen consigo".

El papa dedicó su homilía a la alegría del Evangelio y a la alegría de las fiestas de la Virgen de la Tirana, que se celebran en esta zona de Chile.

La misa repleta de bailes y cantos tradicionales, con numerosos fieles vestidos orgullosamente con los trajes típicos de sus comunidades, terminó con el agradecimiento a los fieles que llegaron hasta este lugar.

"Y quiero agradecer la presencia de tantos peregrinos de los pueblos de Bolivia, Perú y, no se pongan celosos, especialmente de los argentinos que son mi patria", dijo.

Estaba previsto que grupos numerosos de argentinos pasaran la frontera para llegar a Chile con motivo de la visita del papa y por ello se adoptaron diferentes planes de seguridad.

Francisco agradeció a la presidenta Michelle Bachelet su invitación y dio las gracias a todos los que han hecho posible este viaje. Francisco rehuyó un encuentro privado con Piñera.

"Sigo mi peregrinación hacia Perú. Pueblo amigo y hermano de esta Patria Grande que estamos invitados a cuidar", dijo.

Fuente: EFE