El Congreso de
Chile aprobó hoy en último debate la ley de educación superior que establece su
gratuidad universal, una decisión que el Gobierno de Michelle Bachelet calificó
de "histórica" al considerar el articulado como uno de los proyectos emblemáticos
de su gestión.
El Congreso de
Chile aprobó hoy en último debate la ley de educación superior que establece su
gratuidad universal, una decisión que el Gobierno de Michelle Bachelet calificó
de "histórica" al considerar el articulado como uno de los proyectos
emblemáticos de su gestión.
Con 102 votos a
favor y solo dos abstenciones, la Cámara de Diputados -el último trámite antes
de ser promulgada- aprobó este miércoles la ley sobre el tema que garantiza la
gratuidad de la educación superior en esa nación de 17,5 millones de
habitantes.
La ministra
portavoz, Paula Narváez, aseguró que es "una muy buena noticia para las
familias chilenas, para miles de jóvenes a los que hoy día, en Chile, se les ha
garantizado y reconocido la educación como un derecho".
Añadió que
"el gobierno de la presidenta Bachelet pasará a la historia por muchos
temas, pero principalmente por este logro en materia de educación
superior".
Narváez dijo a los
periodistas que esta legislación "le da la tranquilidad a esos jóvenes de
que sus talentos, sus capacidades, sus inteligencias, van a poder desarrollarse
en un Estado que le da oportunidades a todos y a todas".
Finalmente, la
ministra agradeció a los parlamentarios por su trabajo, por hacer "posible
la aprobación de este proyecto de ley histórico", asegurando que "hoy
día se ha cambiado la historia de Chile".
Por su parte, en
su cuenta oficial de Twitter, la presidenta Michelle Bachelet escribió:
"La Ley de Universidades Estatales aprobada hoy en el Congreso, que
fortalece su gestión institucional, devuelve al Estado su rol protagónico en
asegurar una educación superior pública de calidad. ¡Cumplimos nuestra
promesa!".
La iniciativa, que
contó incluso con la aprobación de los parlamentarios del opositor Chile Vamos,
quedó lista para ser publicada en la gaceta oficial.
Las únicas
abstenciones fueron las de la diputada Cristina Girardi y Ricardo Rincón, del
oficialista Partido por la Democracia (PPD) y el Demócrata Cristiano,
respectivamente.
El proyecto
también crea una subsecretaría de Educación Superior, que velará por la
coordinación del sistema; una Superintendencia, que fiscalizará el cumplimiento
de la normativa, y establece la acreditación institucional obligatoria.
La ministra de
Educación, Adriana Delpiano, declaró tras la votación que "Chile hoy es
mejor que ayer".
Una educación
pública gratuita, de calidad y sin fines de lucro ha sido el eje de las
movilizaciones que por varios años han mantenido los estudiantes chilenos.
El Gobierno de
Michelle Bachelet había puesto en marcha varias medidas enmarcadas en tales
demandas, como una gratuidad progresiva a nivel universitario, el fin del lucro
y la selección en la enseñanza básica y secundaria.
La educación
universitaria fue gratuita en Chile hasta 1981, cuando la dictadura de Augusto
Pinochet simplificó los requisitos para la creación de universidades privadas,
que se multiplicaron hasta superar las cuarenta, que en un esquema de mercado
tenían libertad para fijar el valor de sus matrículas.
Fuente: EFE