Juan Carlos Cruz, James
Hamilton y José Andrés Murillo, que sufrieron los abusos cuando eran menores de
edad, dijeron que el papa Francisco se mostró "muy receptivo, atento,
empático" y les pidió perdón "en nombre propio y a nombre de la Iglesia
universal".
Las tres víctimas de abusos del cura chileno Fernando
Karadima pidieron hoy que el papa Francisco "transforme
en acciones ejemplares y ejemplificadoras sus cariñosas palabras de
perdón".
Juan Carlos Cruz,
James Hamilton y José Andrés Murillo, que sufrieron los abusos cuando eran
menores de edad, dijeron que el papa
Francisco se mostró "muy receptivo, atento, empático" en
sus reuniones a solas con cada uno de ellos en la residencia Casa Santa Marta,
y que les pidió sugerencias que ellos le mandarán en los próximos días,
explicaron en un comunicado conjunto.
Los tres, que
estos días se reunieron con el pontífice argentino, dijeron que, además, se
necesitan "acciones", pues "de no ser así, todo esto será letra
muerta".
En el comunicado,
las tres víctimas reconocieron
que el papa Francisco les
pidió perdón "en nombre propio y a nombre de la Iglesia universal",
un gesto que dijeron agradecer igual que "la hospitalidad y
generosidad" recibida en estos días, en los que han sido acogidos en el
Vaticano.
"Pudimos
conversar de manera respetuosa y franca con el papa Francisco. Abordamos temas difíciles como el abuso sexual, el
abuso de poder y sobre todo el encubrimiento de los obispos chilenos. Realidades a las que no nos
referimos como pecados, sino como crímenes y corrupción y que no se agotan
en Chile, sino que son una
epidemia", reza la nota.
"Una epidemia
que ha destruido miles de vidas de niños, niñas y jóvenes. Personas que
confiaron y que fueron traicionados en su fe y en su confianza. Hablamos desde
la experiencia. Una a la que otros no han logrado sobrevivir", añade el
comunicado que leyeron durante un encuentro con la prensa.
Cruz, Hamilton y
Murillo mantuvieron por separado reuniones con el pontífice y en ellas le expusieron
"la gravedad del encubrimiento del abuso, porque lo sostiene, lo replica,
lo hace impune y favorece la creación de redes de abuso dentro y fuera de la
Iglesia".
Asimismo, le
transmitieron que "la Iglesia tiene el deber de transformarse en aliada y
guía del mundo respecto de la lucha contra el abuso, y refugio para las víctimas", algo que opinan
actualmente no existe.
Los tres
denunciaron que, durante los últimos diez años, fueron tratados "como
enemigos" porque lucharon "en contra del abuso sexual y el
encubrimiento en la Iglesia", pero matizaron que "en estos días"
conocieron "un rostro amigable de la Iglesia, totalmente diferente".
Explicaron que
el papa Francisco "le
pidió formalmente perdón en nombre propio y en nombre de la Iglesia
universal".
Karadima fue condenado en 2011 por la Justicia canónica a
una vida de reclusión y penitencia por estos hechos, que fueron encubiertos
durante muchos años por el obispo de Osorno, Juan Barros.
Este ha sido
defendido a ultranza por el papa
Francisco, pero, tras la investigación que ordenó al obispo maltés
Charles Scicluna, aseguró que había sido mal informado, pidió perdón a todas
las víctimas y convocó
a Cruz, a José Murillo y James Hamilton al Vaticano para poder hablar con ellos
privadamente.
Fuente: EFE