Con la finalidad
de aprender a monitorear al gato andino y su ambiente, guardaparques de CONAF
provenientes de la zona norte del país, llegaron este martes y miércoles, hasta
la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal, para capacitarse sobre el uso de
trampas cámaras, conocimientos que serán usados en diversas áreas silvestres
protegidas.
Las
trampas cámara son una tecnología que permite captar imágenes del animal cuando
cruza un censor y que, posteriormente, son analizadas por los investigadores.
Con esta innovadora técnica, ha sido posible la obtención de imágenes de distintos
animales, muchos de ellos amenazados y muy difíciles de poder monitorear, entre
ellos el gato andino.
En las jornadas
teórico-prácticas, se capacitó a los funcionarios en el monitoreo de trampas
cámaras y el análisis de datos, en la distribución geográfica y estado actual
de sus poblaciones en Chile. Igualmente, se compartieron estudios y
experiencias, todo con la finalidad de obtener información básica del gato andino (Leopardus jacobita), el felino más
amenazado de América Latina y uno de los menos conocidos del mundo.
El taller fue
encabezado por miembros de la “Alianza Gato Andino” (AGA), organización internacional conformada por
investigadores de Argentina, Perú, Bolivia y Chile, países donde se distribuye
este felino. Además, participó Jim Sanderson, experto estadounidense en
conservación y estudio de esta especie.
Sanderson,
en 20 años solo ha visto 4 gatos andinos, dos en Chile
y uno en Bolivia. Y explica que muchos de los investigadores jamás han podido
divisar a esta especie. Sobre
esta tecnología, explica que “ha permitido que la gente pueda apreciar y contar
con mayor información para poder conservar. Además, actualmente las fotos son
más populares y ha ayudado a que la gente se interese por la vida silvestre”.
Sobre el
gato andino, el experto señala que es una especie muy rara y especial. De
hecho, en la región de Tarapacá, gracias a la instalación de trampas cámara en
el Parque Nacional Volcan Isluga y en el sector del Salar del Huasco, el año
2012, fue posible obtener un registro y determinar por primera vez su presencia
en esta zona.
“Para nosotros es fundamental que este grupo de
investigadores capaciten a nuestros guardaparques en el uso de esta tecnología
y así poder sumarnos a la conservación de esta especie. En nuestra región se
han instalado 11 trampas cámaras y de ellas hemos obtenidos importantes
registros que nos permiten conocer el grado de distribución en nuestro parque y
zonas de interés”, explica Julio Barros, director regional de CONAF.