La locomotora de un
tren de carga de una empresa minera fue incendiado a su paso por la ciudad
chilena de Antofagasta por un grupo de encapuchados, en el marco de las
protestas que vive el país desde el 18 de octubre del año pasado, informaron a
Efe este martes fuentes del cuerpo de Bomberos.
El suceso tuvo lugar en la noche de
este lunes en la intersección de dos de las principales calles de la ciudad, 21
de mayo con Andrés Sabella, donde la línea ferroviaria divide la ciudad entre
poniente y oriente y lugar habitual de reunión de algunas personas antes de
comenzar a manifestarse desde que comenzaron las protestas, según relató la
fuente de Bomberos.
En esta ocasión, algunos de los
congregados lanzaron cócteles molotov contra la locomotora a su paso por el
lugar, además de piedras.
La tripulación abandonó el tren en
pleno trayecto, resultando dos personas heridas aunque no de gravedad.
La locomotora siguió avanzando en
llamas durante más de un kilómetro, sin maquinistas, logrando luego ser
controlada y las llamas apagadas, un operativo que fue calificado por Bomberos
como "complejo".
La máquina siniestrada pertenece a la
empresa de transporte Fcab, que a través de un comunicado señaló que éste es el
segundo ataque de ese tipo que sufren en menos de 30 días.
Chile vive su convulsión social más
grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con al
menos una treintena de muertos, miles de heridos y señalamientos por presuntas
violaciones a los derechos humanos contra las fuerzas de seguridad por parte de
organismos como la ONU o Amnistía Internacional.
Lo que empezó siendo un llamamiento de
los estudiantes a colarse en el metro de Santiago para protestar contra el
aumento de la tarifa se convirtió en una revuelta por un modelo económico más
justo, que ha dejado también episodios de violencia extrema con saqueos,
incendios, barricadas y destrucción de mobiliario público.
Aunque las manifestaciones han perdido
fuerza, sigue existiendo descontento en las calles y la crisis parece lejos de
solucionarse, pese a las medidas sociales anunciadas por el Gobierno y al
acuerdo parlamentario para convocar un plebiscito sobre una nueva Constitución.
Fuente: EFE