El presidente de Chile, el conservador
Sebastián Piñera, alertó sobre las protestas que se han convocado para este
viernes contra el Festival de Viña del Mar y aseguró que "algunos quieren
incendiar la Quinta Vergara", el recinto donde el certamen clausura esta
noche su 61 edición.
En un video colgado en su cuenta de
Facebook y en el que aparece conversando con una familia que ha sido
beneficiada por un subsidio estatal, el mandatario dijo que "ningún
problema se resuelve quemando el país" y que "toda la violencia, todo
el odio que se ha manifestado, no ayuda en nada".
La ciudad balneario de Viña del Mar, a
135 kilómetros al oeste de Santiago, acoge desde el pasado domingo el famoso
festival de música, contra el que se han convocado multitud de protestas para
pedir su cancelación por la grave crisis que vive el país bajo el lema
"Calles con sangre, Viña sin festival".
El día más violento fue el domingo
cuando se registraron enfrentamientos entre agentes y manifestantes y grupos de
encapuchados incendiaron varios autos, saquearon comercios y atacaron el
emblemático Hotel O'Higgins, que se ha visto obligado a cerrar temporalmente
sus puertas y donde se encontraban artistas, periodistas y trabajadores del
festival.
Los incidentes del domingo, que
terminaron con una veintena de detenidos, obligaron a las fuerzas de seguridad
a redoblar su dispositivo en la ciudad balneario.
Las protestas han bajado de intensidad,
aunque se espera que se retomen con fuerza este viernes, cuando se clausura el
festival, que ha tenido como principales estrellas al puertorriqueño Ricky
Martin y a la banda estadounidense Maroon 5 y durante el que los artistas
locales han cargado duramente contra el Gobierno.
"Es muy duro ser presidente. A uno
le sacan la mugre en el festival, en todas partes. Pero a mí me pasa que yo de
repente veo a mi mujer, mis hijas, mis nietas llorando a mares, desesperadas, angustiadas”,
dijo Piñera, cuyos niveles de aprobación son los más bajos de la historia
democrática de Chile y apenas superan el 10 %.
Piñera, que volvió esta semana de su
descanso estival, se refirió además a la reactivación de las protestas a partir
de marzo, cuando finaliza el verano austral, se retoman las clases y millones
de chilenos de reincorporan a sus puestos de trabajo.
"¿Van a volver a quemar las
estaciones (de Metro)? ¿Volverán a hacer barricadas? (...) La inmensa mayoría
de chilenos quiere paz, no quiere violencia, no quiere odio. Lo que pasa es que
es una mayoría silenciosa. Y la minoría le impregna miedo a los demás",
agregó.
Chile vive desde el pasado octubre su
crisis más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990),
con una treintena de muertos y miles de heridos, además de graves acusaciones
contra las fuerzas de seguridad por violaciones a los derechos humanos.
Lo que en un principio empezó como un
llamamiento de los estudiantes a protestar contra el aumento de la tarifa del
metro, se convirtió en una revuelta por un modelo económico más justo, que ha
dejado además episodios de violencia extrema con saqueos, incendios y
destrucción de mobiliario público.
Fuente: EFE