El
Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, el más importante de
América Latina, se estrenó ese domingo en medio de violentas protestas y
mensajes de apoyo del puertorriqueño Ricky Martin a las manifestaciones que sacuden
a Chile desde octubre.
Armados
con piedras, palos y bombas molotov, miles de manifestantes, intentaron
protestar en el ingreso a la Quinta Vergara, un parque el que desde hace 61
años se realiza este festival en el balneario de Viña del Mar (unos 120 km al
oeste de Santiago).
La
policía les cortó el paso con un inédito y fuerte operativo de seguridad que
incluyó un helicóptero y un globo con cámaras de vigilancia. Los agentes los
repelieron con carros lanza agua y gases lacrimógenos, según constató un
periodista de la AFP.
"Vándalos
y delincuentes están tratando de hacer daño a cuatro cuadras del ingreso del
festival, pero acá todo está tranquilo", dijo Jorge Martínez, intendente de
la región de Valparaíso, al canal de noticias estatal 24 horas.
La
protesta fue convocada en el marco del estallido social que tras cuatro meses
ha dejado 31 muertos en medio de protestas callejeras, saqueos e incendios del
comercio. La protesta, que comenzó por el alza de las tarifas del metro de
Santiago, también se extendió al fútbol profesional chileno y ahora a este
emblemático festival.
Los
manifestantes, al verse contenidos por agentes antidisturbios, atacaron locales
comerciales ubicados alrededor del festival e incluso al emblemático hotel
O’Higgins, uno de los más antiguos y elegantes de Viña del Mar, donde por años
se hospedaron los más importantes artistas que actuaban en el festival y que
actualmente hospeda a parte del jurado de la competencia internacional,
bailarines y profesionales de la prensa.
Decenas
de encapuchados lanzaron piedras y rompieron los enormes ventanales del frontis
del edificio, tiraron bombas molotov y gases lacrimógenos de la Policía al
interior del vestíbulo. También quemaron al menos siete vehículos.
El
hecho provocó pánico entre los pasajeros, el personal del hotel y algunos
equipos de prensa que cubren el festival. El humo de las bombas lacrimógenas
que cayeron el lobby subió a los pisos de arriba provocando la huida de los
huéspedes.
Apoyo
a las protestas
El
público del festival pudo ingresar tres horas y media antes del inicio del show
tras sortear dos vallas de seguridad montadas en al menos cuatro cuadras
alrededor de la Quinta Vergara. La gente ingresó con premura, la mayoría de
ellos esperando ver a Ricky Martin, una de las estrellas más esperadas en Viña.
El
puertorriqueño manifestó ante la prensa su apoyo a las protestas a las que
calificó como "importantes" para "dejarle saber a los líderes de
nuestros países qué es lo que necesitamos, siempre que lo hagamos de manera
ordenada".
"Que
Chile sirva como efecto dominó para todas las partes del mundo, donde hace
falta que se nos escuche", aseveró Martin.
Tras
ser consultado por la situación en Chile y la crisis social que vivió Puerto
Rico en 2019, el artista aseguró que se generaron "las mismas
emociones" en ambos países. "Buscamos derechos", a través de las
protestas, dijo.
En
esta noche de festival –que se extenderá por seis días- también actuarán el
humorista chileno Stefan Kramer, quien ya anunció un show basado en la contingencia
que vive Chile, y Pedro Capó, el también cantante puertorriqueño quien
interpreta el éxito "Calma".
Fuente:
AFP