Cerca de seis mil personas llegaron al poblado de La Tirana a participar de la eucaristía de la Pascua de los Negros, festividad que celebra la epifanía del Señor y que ocupa el segundo lugar de importancia en celebraciones religiosas en el poblado, tras la de la Virgen del Carmen.
En la liturgia, el Obispo de Iquique, Monseñor Marco Órdenes, habló sobre las diversas situaciones “de noche” que ocurren en nuestras vidas, haciendo alusión a los reyes magos. “Cuántos de nosotros, al igual que ellos, hemos estado en situaciones difíciles con la familia, problemas económicos, de droga, que se vuelven situaciones de noche en donde no brilla nada, no hay esperanzas. Entonces, en medio de la noche brilla una luz, la señal de noticia de algo nuevo. Esa luz es Jesús que ya nació y es nuestro consuelo. Jesús, al que debemos seguir como lo hicieron los Reyes Magos”
Tras esto, cerca de la medianoche se dio paso a la entrada de los pastorcitos y los Reyes Magos, para que entregasen sus regalos al niño Jesús, el cual era arrullado por el Obispo, como es tradición en el pueblo. Justo a las cero horas, se dio el grito de “Viva la Pascua de los negros”, en conjunto con los fuegos de artificio, proporcionados por la Municipalidad de Pozo Almonte.
Terminada la entrada de los reyes magos, se dio paso a la ronda de los pastorcitos, donde los 11 bailes que alaban al niño Jesús se unieron en el centro de la explanada, para danzar al Emanuel, moviéndose hasta el santuario, en donde Monseñor dejó la imagen del nuño Jesús en el pesebre, para después, dar la bendición a los niños y fieles que se encontraban en el lugar.
Alférez
Son 30 familias que actuaron de alférez en la festividad de la Pascua de los Negros, que se unieron en la celebración, y que en su mayoría son conformadas por ex tiraneños que aún tienen el recuerdo de la festividad.
“Muchos de nosotros no vivimos ya acá, pero sabemos que la epifanía del Señor es de gran importancia, por lo cual nos reunimos a celebrarla entre todos, debido a la gran cantidad de gente que se reúne”, expresó Paola García una de las alférez.
Ella, además, dijo que, justo a medianoche, repartieron el chocolate, ponche y pan de pascua habitual de la festividad, donde “fueron 8 fondos de cincuenta litros de chocolate, más 4 fondos de 50 litros de ponche los que repartimos en la noche para los peregrinos que llegaron. También hemos repartido más de mil panes de pascua”.
A lo anterior se le debe agregar los más de 300 litros de chicha entregados tras el baile del cachimbo y los otros cientos de panes de pascua que se dieron.
Niños Jesús
Cientos de familias acudieron a la capilla lateral para dejar en custodia sus imágenes del niño Jesús, las cuales fueron bendecidas por los distintos sacerdotes que se congregaron a celebrar la fiesta de la epifanía.
En total, llegaron alrededor de 1.050 imágenes de diversos colores, tamaños y materiales, las cuales comenzaron a devolverse a partir de las 9 de la mañana del día 6 de enero. Los niños devueltos a sus dueños, eran entregados con dulces como regalo de los reyes magos al niño Jesús, así como parte de la celebración de la buena nueva.
