La pandemia cambió la forma de trabajar. Una afirmación que hemos escuchado de manera repetida, pero que va más allá de simples palabras y está obligando a muchas empresas a replantearse la organización de su negocio, dando espacio al teletrabajo y diciendo adiós a grandes oficinas, para contar con lugares indispensables, sólo destinados a esas labores que no pueden realizarse a distancia.
Una tendencia mundial que llega a Chile, donde hay empresas que incluso están contratando a profesionales sin siquiera haberlos conocido en persona y que funcionan de manera eficiente, expandiéndose sin la necesidad de utilizar un espacio en común.
Así lo explica Juan Carlos Cruz, Socio de Oficinas IBC, quien señala que ya se ha comprobado que el modelo descentralizado de trabajo no sólo funciona, sino que funciona muy bien.
“Según algunos estudios, ya el 50% de la fuerza laboral está acogido al modelo de teletrabajo. Se han visto aumentos en la productividad, bajando los costos de la empresa y evitando situaciones de estrés y posible contagio por traslado al lugar de trabajo”, señala el profesional.
Sobre los beneficios de reducir el espacio de trabajo, estos son:
Bajar
los costos de instalación del negocio.
Costos
de contratación.
Costos
de traslado.
Disminuir
la ausencia laboral, ya que el trabajador está más propenso a faltar cuando
tiene que trasladarse grandes distancias.
Evitar contagios cruzados en su fuerza laboral.
“En definitiva, el modelo de trabajo remoto presenta una buena alternativa para bajar costos y aumentar productividad”, agrega.
En este escenario, los dueños de empresas han comenzado a buscar alternativas para “achicarse”, contexto en el que aparece Oficinas IBC que creó un modelo de negocio, que entrega nuevas opciones a las empresas, que ya se utilizan con éxito a nivel mundial.
“Nosotros ofrecemos una tercera alternativa que se sitúa entre la oficina tradicional y el teletrabajo en casa. Tenemos espacios compartidos cerca de la casa con todo lo necesario para trabajar tranquilo y seguro, pero en un ambiente que fomenta el foco y la productividad sin las distracciones domésticas. También tenemos planes de apoyo remoto que incluyen servicios de telefonía, dirección física, recepción de correspondencia para aquellos que no necesitan una oficina fija para desarrollar su actividad profesional. En estos casos, también disponemos de salas de reuniones y escritorios para uso esporádico. Cuidamos e incluso potenciamos la imagen profesional o corporativa de nuestros clientes que han sido grandes víctimas de una era marcada por Zoom, Teams, Meet y otros”, explica Juan Carlos Cruz.
Estos
profesionales señalan que la flexibilidad de los espacios y la variabilidad de
los servicios de apoyo serán cada vez más valorizadas en un mundo post
COVID-19. Con los cambios de hábitos profesionales y de códigos empresariales
aceptables, aparecen alternativas de eficiencia y costos que agregan valor
dentro de un contexto de minimizar costos, elevar la productividad y aumentar
el margen de las empresas.