Cientos de manifestantes ocuparon este viernes la Alameda de Santiago, arteria principal de la capital chilena, exigiendo la liberación de los detenidos durante la ola de protestas que estalló en octubre de 2019 y la renuncia del presidente del país, Sebastián Piñera.
Pese a la numerosa presencia policial y cercos de vallas de seguridad desplegados a lo largo de la calzada, los manifestantes cortaron el tránsito hasta la llegada de los camiones lanza aguas de la Policía uniformada, que dispersaron la concentración.
En el transcurso de la marcha a lo largo de toda la avenida y hasta llegar a Plaza Italia, punto neurálgico de las protestas y rebautizada por los manifestantes como "Plaza Dignidad", hubo algunas escaramuzas y enfrentamientos entre manifestantes y policías.
"Renuncia Piñera" y "Libertad a los presos políticos de la revuelta" fueron algunas de las consignas escritas en las pancartas de personas presentes.
"Los medios masivos se han callado lo que ha pasado estas últimas semanas en el centro, donde las calles han estado repletas exigiendo libertad para los presos y la renuncia del Presidente", dijo a Efe Joaquín Espejo, estudiante presente en la marcha.
Entre los manifestantes, un grupo se presentó con escudos "reflectores", intentando disuadir a la policía con el rebote de la luz solar hacia los piquetes de Carabineros.
Algunos participantes levantaron barricadas incendiarias y lanzaron objetos contundentes al personal policial cerca de la casa central de la Universidad de Chile en pleno centro de la ciudad.
Con el uso de camiones lanza agua y gases lacrimógenos, los agentes lograron restablecer el tránsito en la Alameda.
Las protestas obligaron a personal del metro a cerrar estaciones cercanas al lugar de los hechos.
Sebastián Piñera, según la última encuesta Cadem, cuenta con un 13 % de aprobación por parte de la población chilena, y ha sido cuestionado en reiteradas ocasiones por su gestión de la pandemia de coronavirus y por denuncias de violaciones de derechos humanos por parte de agentes de Carabineros.
El pasado 25 de octubre Chile celebró un plebiscito histórico donde casi un 80 % de la población aprobó cambiar la Constitución vigente, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La medida, acordada políticamente por los partidos en noviembre de 2019, tenía por fin descomprimir las movilizaciones callejeras, sin embargo, todos los viernes cientos de personas se reúnen en el centro para, con caceroladas, gritar consignas contra el Gobierno y la desigualdad y por la liberación de los detenidos.
Fuente: EFE