El investigador de IdeaPaís, Luis
Robert, acaba de publicar el Informe de Difusión “Soledad en la tercera edad:
una respuesta institucional”, donde aborda la situación de este grupo etario
que tanto en Chile como en el resto del mundo es el más extenso.
Luis Robert profundizó durante
semanas en la situación en que viven los mayores de 60 años en nuestro país.
Este grupo etario es el más extenso en Chile y el resto del mundo. Para 2050
alcanzarán los 2.100 millones de personas, mientras que en 2015 bordeaban los
mil millones. “En IdeaPaís tenemos una atención preferente por las personas más
vulnerables, y en este punto la calidad de vida de los adultos mayores siempre
ha sido una de nuestras preocupaciones”, explica Robert.
En Chile, detalla el Informe, el número
de personas de la tercera edad ha crecido un 163% en los últimos 30 años. “En
julio conocimos una historia dramática, de dos abuelitos, Jorge y Elsa, que
decidieron suicidarse. Estaban absolutamente solos, no tenían redes de apoyo,
ni familiares. Al parecer, tomaron esta decisión cuando un pariente lejano
quiso llevarlos a un hogar de ancianos, al enterarse de que estaban enfermos y
en un estado deplorable, en el que no era posible que se mantuviesen. Ante el
solo hecho de imaginarse separados, decidieron quitarse la vida. Este caso nos
conmovió mucho e hizo explorar algunas de las causas que podrían estar
desencadenando este tipo de situaciones”, comenta el investigador.
Este hecho revela una situación
compleja en nuestro país: la tasa de suicidio de los mayores de 80 años es la
más alta, con 18 muertes por cada 100 mil habitantes, la que casi duplica el
promedio nacional de 10 muertes por cada 100 mil habitantes. “Los problemas que
padecen los adultos mayores, no se solucionan solamente con subsidios monetarios,
o con programas sociales diseñados entre cuatro paredes por un grupo de
técnicos. El Estado tiene obviamente una labor importante, de coordinación y de
creación de apoyo y políticas públicas para los adultos mayores, pero hace
falta algo más de parte de la sociedad civil”.
En Chile un 13% de los adultos
mayores viven solos, cifra que aumenta a un 19% en el caso de los mayores de 80
años. Incluso, un 4% de los adultos mayores viven en condiciones de aislamiento
familiar severo asociado al abandono. “Nos hemos acostumbrados a vivir juntos,
cada uno con su mundo, pero no a vivir bien. El vivir bien siempre depende de
otros. Nadie es absolutamente independiente. Si tuviésemos esta idea clara, las
instituciones podrían facilitar que los adultos mayores vivan una vejez más
digna y acorde con los parámetros de una sociedad justa y solidaria”. Robert
cita al filósofo escocés Alasdair MacIntyre, quien asocia una sociedad justa y
solidaria con el hecho de reconocer que la dependencia es algo que todos los individuos
experimentan en algún momento de su vida.
Una de las conclusiones del informe
es que para la sociedad civil no puede ser indiferente el tema de la soledad en
la vejez, situación que a veces es muy evidente a nivel del Estado y las
instituciones públicas. “Si comparas, por ejemplo, la página web del Servicio
Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) con la página del Ministerio de la Mujer y
la Equidad de Género, te vas a dar cuenta la gran diferencia que existe en
contenidos, en actualización de los mismos, actividades, presencia de
autoridades, calidad de los datos, etc. Todo ello revela, aunque no queramos,
dónde están puestas las prioridades políticas”.
A su juicio las políticas públicas
deben abordar la vejez desde su complejidad, donde se reconozca que la
dependencia no es un estado al que llegan algunos adultos mayores, sino una
virtud social. “Se requiere un trabajo coordinado entre las instituciones
políticas y económicas para evitar el aislamiento y la soledad en la vejez”,
concluye el investigador.