Miles
de ciclistas y automovilistas protestaron hoy en Chile en contra de la
desigualdad y a favor de una nueva Constitución para el país sudamericano, en
el marco de la crisis social que se espera recrudezca en el mes de marzo.
Los ciclistas se
reunieron cerca del mediodía en la céntrica Plaza Italia, rebautizada por la
ciudadanía como Plaza de la Dignidad, para luego iniciar un recorrido de más de
veinte kilómetros por los barrios acomodados de la capital, donde reside el
presidente Sebastián Piñera.
Mientras
pedaleaban bajo unos 30 grados de calor, en medio del verano austral, entonaban
cánticos en contra del gobierno de Piñera y las fuerzas policiales, en el marco
de las protestas que estallaron el 18 de octubre pasado.
Los manifestantes
también ondeaban banderas mapuches y portaban lienzos que invitaban a votar por
la opción "Apruebo" en el Plebiscito Nacional del 26 de abril
próximo, en el que Chile decidirá si quiere o no cambiar la Constitución y a
través de qué mecanismo, para lo que las personas deberán elegir entre una
convención constituyente o una convención mixta.
Usuarios de redes
sociales compartieron durante todo el día vídeos de la manifestación, desde
distintos puntos de la ciudad.
Los ciclistas
estuvieron acompañados en todo momento por una larga caravana de autos, que
hacían sonar sus bocinas y sus pasajeros las cacerolas, exigiendo la renuncia
del actual jefe de Estado, quien logró la aprobación más baja a un mandatario
chileno (6%), según una encuesta realizada en enero.
Centenares de
organizaciones sociales han llamado a manifestarse en marzo, cuando los
estudiantes retoman sus actividades y las familias retornan de sus vacaciones
luego del descanso de verano, que también corrió para los parlamentarios.
En este contexto,
el Poder Ejecutivo preparó un plan de seguridad junto a Carabineros, que
involucró la compra de nuevos carros blindados, vehículos policiales, drones y
cámaras de video portátiles, además de capacitaciones a miles de policías.
Frente a la
reactivación del movimiento, a más de cuatro meses de su inicio, Piñera dijo
hoy a la prensa en Montevideo que "aprueba, respalda y protege" las
movilizaciones pacíficas, pero condena "la violencia criminal, que es la
que está destruyendo vidas, sueños, empleos, destruyendo la capacidad de las
pymes de ponerse de pie".
Dijo que la agenda
del gobierno este mes incluye restablecer el orden público y combatir la
violencia, además de mejorar las pensiones, los salarios y reformar el sistema
de salud público, de acuerdo con la agenda social presentada por el Ejecutivo
al Congreso.
En su declaración,
también instó a los legisladores a visar que las Fuerzas Armadas protejan la
"infraestructura crítica", "para que no incendien nuestros
hospitales, nuestras plantas de agua potable, nuestras centrales de
electricidad", apuntó Piñera.
Chile enfrenta
desde hace más de cuatro meses una difícil situación derivada del descontento
social por las bajas pensiones, los altos costos de los servicios básicos y la
calidad de la salud y la educación, por lo que reclaman una nueva Constitución,
redactada con participación ciudadana.
El "estallido
chileno" parece no amainar, pese a las medidas presentadas por el
Ejecutivo a la fecha, tras los saqueos e incendios a locales comerciales, entre
otros disturbios, registrados a lo largo de esta crisis, que deja al momento 31
muertos.
Fuente: Xinhua