miércoles, 11 de marzo de 2020

Protestas marcan aniversario de retorno a la democracia en Chile


El presidente chileno, Sebastián Piñera, celebró el miércoles los 30 años del retorno a la democracia en el país, en una jornada marcada por nuevas manifestaciones, principalmente de estudiantes, contra la injusticia social y la desigualdad.

Augusto Pinochet derrocó al gobierno socialista democráticamente electo de Salvador Allende en 1973. Durante la dictadura, que terminó en 1990, unas 3.000 personas murieron o desaparecieron en Chile. Muchos más fueron torturados, según informes de la comisión de verdad del gobierno.

Piñera dijo en un discurso en el palacio presidencial de La Moneda que la democracia fue quebrada en 1973 cuando las fuerzas políticas recurrieron a la violencia, instando a no sustituir el "diálogo por intolerancia".

Además, el mandatario remarcó la importancia de condenar la violencia y "cuidar nuestra democracia".

"Necesitamos la ayuda de todos los chilenos para enfrentar estos tiempos difíciles y desafiantes", agregó Piñera, quien mencionó que la paz y la democracia no están garantizados.

Sin embargo, líderes de la oposición criticaron la ceremonia de Piñera, calificando las celebraciones de inapropiadas dado el resurgimiento de los abusos de la policía durante varios meses de protestas desde octubre del 2019.

En varios puntos de la capital, grupos de escolares protagonizaron escaramuzas contra la policía y protestaron en estaciones del tren subterráneo, tras el llamado a una gran protesta denominada el "mochilazo".

La policía "nos lanza gas apenas nos acercamos (a la plaza). No quieren que la gente se reúna y proteste. Hay que mantener viva la protesta", dijo a Reuters Gabriela Sotomayor, una secundaria que junto con sus compañeros intentaba llegar a la Plaza Italia, bastión de manifestaciones en Santiago.

En una céntrica zona comercial de Santiago, los efectivos lanzaban agua y gas lacrimógeno a manifestantes en una protesta que inició a primera hora en un emblemático colegio.

Grupos de derechos humanos han presentado informes que detallan denuncias de tortura, fuerza innecesaria y agresión sexual tras los meses de disturbios.

Las acusaciones contra las fuerzas de seguridad han persistido, cuando las protestas reavivaron tras el fin de las vacaciones de verano austral.

El domingo, espectadores capturaron en video a policías golpeando a un anciano en una protesta, lo que renovó la furia en Chile.

Patricio Bao, de 69 años, requirió 14 puntos de sutura en el párpado y la cabeza después que, según las imágenes viralizadas en redes sociales, fue golpeado, estrangulado y arrastrado por dos policías antidisturbios fuertemente armados tras asistir a la marcha del Día de la Mujer por el centro de Santiago con su esposa e hijas.

El incidente fue ampliamente condenado, y el ministro del Interior de Chile lo declaró un "uso excesivo de la fuerza". José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, que estudió el manejo policial de casi cinco meses de disturbios, lo calificó como un "espectáculo grotesco".

La policía dijo que Bao atacó a un oficial antes de la golpiza y que había sido detenido por una pelea.

El martes, Bao presentó una denuncia contra la policía en la unidad de derechos humanos de la Policía de Investigaciones (PDI). La oficina del fiscal chileno supervisará el caso, confirmó un portavoz.

Fuente: Reuters