Varios líderes
religiosos en Chile han celebrado de manera irresponsable sus ceremonias
durante la crisis del nuevo coronavirus, por lo que las autoridades sanitarias
deberían prohibir estas actividades, afirmó a Sputnik el teólogo Marcial
Sánchez.
"Lógicamente,
todas las liturgias religiosas deben ser prohibidas en Chile por un tema
bastante obvio: estamos en una pandemia y muchas personas al parecer no le
están tomando el peso", afirmó Sánchez, doctor en historia por la
Universidad de O'Higgins.
Los
cultos religiosos en Chile están en el centro de atención desde este fin de
semana, cuando se reveló que en algunas ciudades aún se estaban celebrando
misas a pesar de que en el país están prohibidas las reuniones de más de 50
personas debido a la crisis sanitaria.
En
particular, dos casos llamaron la atención: las iglesias evangélicas de la
ciudad de Osorno y la misa católica de la Catedral de Los Ángeles.
En
Osorno se descubrió que las iglesias evangélicas seguían convocando a sus
fieles a grandes ceremonias, lo que, según el Ministerio de Salud, generó un
brote de expansión de COVID-19 y obligó a las autoridades a decretar cuarentena
total en esa ciudad, medida que comenzará a regir desde este 30 de marzo en la
noche.
En
Los Ángeles, el obispo católico Felipe Bacarezza realizó una eucaristía en la
Catedral de Santa María de Los Ángeles, a pesar de todas las advertencias de
las autoridades civiles y también del llamado que previamente había hecho la
Conferencia Episcopal de Chile de abstenerse de estas convocatorias, lo que
significó finalmente que la Intendencia de la ciudad clausurara la catedral.
"Ambos
casos significan una irresponsabilidad mayúscula, sobre todo porque estos
líderes religiosos congregan a su gente a la luz de la fe, sin importarle la
salud de sus propios feligreses", afirmó Sánchez.
El
académico señaló que según informan los especialistas, el virus se puede
contagiar incluso estando a uno o dos metros de una persona infectada, y en las
ceremonias religiosas siempre se producen aglomeraciones de gente.
"Por
eso es importante que todas las liturgias sean detenidas en Chile, y hablo de
todas: evangélicas, protestantes, católicas, judías, musulmanes, todas".
Abuso
y diezmo
Para
Sánchez, una de las razones principales de que las reuniones religiosas no se
hayan detenido instantáneamente radica en el abuso y los intereses
económicos de algunos líderes de esas iglesias.
"Si
pensamos, por ejemplo, en el mundo evangélico, muchos fieles creen más en sus
pastores que en la propia Biblia, y tomándose de esto, algunos pastores
decidieron abusar de sus feligreses y convocarlos sabiendo que iban a ir a
pesar del peligro que corrían de contagiarse", afirmó.
Asimismo,
explicó que "esa obediencia del feligrés se transforma en un abuso cuando
el riesgo puede ser morir, y sobre todo pensando en que hay pastores que lo
hacen porque están pensando en no perder su diezmo (dinero de los fieles a las
iglesias)".
Por
otro lado, Sánchez aseguró que también "hay gente que vive una fe errónea,
en que la confunden y creen que la palabra de Cristo puede salvarlos de una
pandemia como esta, pero deben entender que el ser humano debe mirar las
escrituras religiosas en equilibrio con la racionalidad y el entendimiento, y
que la fe también conlleva responsabilidad".
Chile
se encuentra en fase 4 de prevención del COVID-19 con 2.349
contagiados y ocho muertes por la enfermedad.
El jueves 19
de marzo comenzó a regir el estado de catástrofe en todo el
territorio nacional, se cerraron las fronteras para extranjeros no residentes y
la semana pasada entró en vigor una cuarentena total para gran parte de la
ciudad de Santiago.
Fuente:
Sputnik