Fue una manifestación multitudinaria y la clase política, pero particularmente el gobierno, fue el blanco de los reclamos por la desigualdad y la violencia de género.
De todas las edades y orígenes
sociales. Mujeres cisgénero y transgénero. Algunas acompañadas por hombres, la
mayoría absolutamente solas. Una columna densa, colorida y bulliciosa de 3.670
metros de largo inundó la Alameda, calle principal de Santiago de Chile, hicieron recordar las emblemáticas imágenes
de la marcha del 25 de octubre de 2019 en la capital
chilena, las que dieron la vuelta al mundo en medio del estallido social. Más
de un millón de personas coparon las calles de la capital con críticas al
gobierno de Sebastián Piñera.
Aun cuando las autoridades cifraron en 150.000 las asistentes, los videos
aéreos e imágenes de altura, junto a exhaustivos cálculos de académicos
urbanistas e ingenieros fueron lo suficientemente elocuentes para señalar que
lo suyo fue más bien un cálculo político que real. Y poco efectivo.
Lo de ayer fue multitudinario y la
clase política, pero particularmente el gobierno, fueron el blanco de las
críticas por la desigualdad, la violencia de género y la ortodoxia valórica, en
un país que recién hace 3 años tiene una ley de aborto “terapéutico”, solo para
tres causales, y aún no legisla el
matrimonio igualitario o la adopción homoparental, entre otros
temas. Más aún cuando Chile es gobernado actualmente por una coalición
conservadora.
“A veces no es solamente la voluntad de los hombres de abusar, sino la
posición de las mujeres de ser abusadas”. Como si hubiese querido alentar
a las manifestantes, el presidente Sebastián Piñera causó revuelo
hace seis días con una polémica frase, en el marco de la promulgación de una
Ley que amplía el delito de femicidio más allá del ámbito del hogar y la vida
privada. Los letreros en su contra se contaron por miles.
Lo del mandatario no es nuevo. No es
primera vez que una frase suya causa indignación entre las mujeres. En 2017, en
medio de su campaña, en una alocución dijo –a modo de broma- “me acaban de
sugerir un juego muy entretenido. Todas las mujeres se tiran al suelo y se
hacen las muertas, y nosotros, los hombres
nos tiramos encima y nos hacemos los vivos. ¿Qué les parece?”.
“Piñera refleja todo lo que queremos
combatir como mujeres. Hombres que no entienden, no quieren entender y no
entenderán la importancia de nuestro rol en la sociedad. En su gabinete cada
vez hay menos mujeres, sus asesores más cercanos todos hombres y sus chistes
misóginos son solo una muestra”, agrega Francisca Fernández, una mujer jubilada
de 71 años que marchó de completo negro y compartió una parte de su trayecto
con Clarín.
Por eso, en La Moneda se optó porque
Piñera no hablase. Las alocuciones principales, en medio de un sobrio acto
donde se presentaron proyectos de ley enfocados en las mujeres, recayeron sobre
la Primera Dama, Cecilia Morel, y la Ministra de la Mujer, Isabel Plá. “De la
solidaridad entre nosotras es necesario recuperar con más fuerza el respeto, la
empatía y la tolerancia. Hoy más que nunca, dado el contexto que estamos
atravesando, debemos estar juntas y unidas por la no violencia”, expresó la
esposa del presidente.
A escasos metros de la actividad de
gobierno, las calles comenzaban a llenarse. Vagones del subte repletos, con
mujeres cantando y saltando rumbo a Plaza Baquedano hacían presagiar una
jornada histórica. Y así fue. Esta
misma marcha tuvo 190.000 asistentes hace un año, cinco veces menos.
Es que la efervescencia de este domingo no se puede entender sin el
contexto social que vive el país. “El movimiento de marzo de 2019 hizo de antesala de lo
que estamos viviendo hoy. Este proceso es con nosotras o no es”, comentó
Ignacia Almendra, quien estaba acompañada por sus dos hermanas y tres sobrinas,
todos con el vistoso pañuelo morado que refleja el combate a la violencia de
género y el machismo.
Las asistentes recalcaban la
importancia de que la futura Convención Constituyente, si así lo decide el
plebiscito, garantice el primer
órgano constituyente paritario de la historia, llevando a Chile a la vanguardia
en la materia.
Las columnas de manifestantes se
replicaron en distintas ciudades del país. Las más multitudinarias en Valparaíso, Viña
del Mar y Concepción. Según Carabineros, se registraron hechos de
violencia aislados, uno de ellos en el frontis del Palacio de La Moneda, donde
intentaron lanzar piedras contra la casa gubernamental. Sin embargo, la marcha
se desarrolló de manera bastante tranquila
hasta su final, cerca de las 5 de la tarde.
Un par de horas después se registraron
enfrentamientos con la policía en diversos puntos de la capital chilena y otras
ciudades, aunque la Subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine
Martorell, recalcó que estos actos estaban siendo perpetrados mayoritariamente
por hombres.
Fuente: Clarín.com