La Universidad de Chile se ha sumado a
la carrera global contra el coronavirus con su propio diseño de máscaras de
protección fabricadas con una impresora 3D para enfrentar la epidemia del virus
SARS-CoV-2, que en el país austral ha contagiado al menos a 2.449 personas y ha
provocado la muerte de ocho.
Desde que la crisis del coronavirus se
erigió como un problema global, diseñadores de todo el mundo han tratado de
elaborar su versión de la máscara protectora con impresoras 3D para suplir de
forma eficaz las necesidades de equipamiento sanitario y protección del
personal médico frente al patógeno.
En Chile, que registró su primer caso
de COVID-19 el pasado 3 de marzo, la falta de las usuales mascarillas
desechables para cubrir la boca (n95) llevó al Laboratorio de Fabricación
Digital (FabLab) de la universidad capitalina a desarrollar este modelo impreso
en 3D, compostable y de bajo costo.
El diseño, que consta de un cintillo
biodegradable de ácido poliláctico (PLA) y una lámina protectora, se inspiró en
un modelo de los desarrolladores de impresoras Prusa, de la República Checa,
pero con ciertas mejoras que lo hacen más higiénico y duradero.
"Este modo de trabajo, combinando
ideas que fluyen entre una red de innovadores (...) es el modelo que buscamos
impulsar. Vemos que en la emergencia necesitamos ser un país fuerte en
conocimiento, en tecnología, en capacidad de construir soluciones a los
problemas de la sociedad", explicó el vicedecano de la facultad
involucrada en el proyecto, James McPhee, según recoge un comunicado de la
Universidad.
El modelo surgió como respuesta al
llamado de la Asociación de Fabricantes frente a la Emergencia Sanitaria
(AFES), una agrupación nacional que trabaja conjuntamente para enfrentar esta
crisis sanitaria diseñando equipamiento médico de código abierto (open source).
"La asociación maneja una red de
300 profesionales u oficinas que van a poner a disposición sus impresoras para
procesar los encargos que se vayan realizando", señaló la directora del
FabLab de la Universidad de Chile, Danisa Peric.
El objetivo de la asociación es
multiplicar la velocidad de producción, que actualmente podría fabricar 300
máscaras cada hora y media, por diez incluyendo a algunos manufactureros que
tengan la capacidad de producirlas.
Otra de las premisas del laboratorio,
que ha dejado su diseño bajo una licencia Creative Commons para que pueda ser
impresa por terceros, es garantizar que el precio de venta no supere los 7.000
pesos chilenos, en torno a ocho dólares americanos.
Chile se encuentra bajo estado de
excepción por catástrofe debido al brote de coronavirus en el país desde el
pasado 18 de marzo, con todas las fronteras cerradas para los extranjeros, con
la actividad académica pausada y con todos los comercios cerrados excepto los
de primera necesidad.
La capital acumula más de la mitad de
los contagios en todo el país, por lo que 7 comunas de la ciudad cumplen este
lunes la cuarta de siete jornadas de cuarentena obligatoria para más de 1,3
millones de residentes.
A lo largo del país existen otros focos
de coronavirus en los que rige el confinamiento obligatorio: en la sureña
región de La Araucanía, concretamente en las comunas de Temuco y Padre las
Casas, casi 700 kilómetros al sur de la capital, y en las localidades de
Chillán, Puerto Williams y San Pedro de la Paz.
Fuente: EFE