La Fiscalía Regional de La Araucanía,
en el centro-sur de Chile, abrió una investigación penal contra la secretaria
regional ministerial de Salud, Katia Guzmán, por realizar actividades públicas
estando contagiada por el coronavirus, que deja en el país 746 contagios y 2
fallecidos.
Un periodista denunció a la alta
funcionaria ante el Ministerio Público luego de que esta protagonizara una
rueda de prensa pública tras haber estado supuestamente en contacto con
personas infectadas con el COVID-19.
El fiscal vocero de la región, Roberto
Garrido, recordó que el artículo 318 del Código Penal sanciona al que 'pusiere
en peligro la salud pública por infracción de las reglas higiénicas o de
salubridad, debidamente publicadas por la autoridad, en tiempo de catástrofe
epidemia o contagio'.
Después de que Guzmán diera positivo en
el test del COVID-19 la madrugada del domingo, todos los funcionarios de la
Secretaría Regional Ministerial de La Araucanía se pusieron en cuarentena preventiva
y se confirmó que seis de ellos estaban contagiados.
Además, se informó que el intendente de
la región, Víctor Manoli, y el jefe de la Defensa Nacional de la región,
Patricio Mericq, también están infectados con el coronavirus.
El ministro de Salud de Chile, Jaime
Mañalich, descartó que Guzmán incurriera en ningún delito: 'En el caso de la
seremi puede haber habido un error, pero de ninguna manera una responsabilidad
con dolo, como se ha sugerido, porque no fue el caso'.
'Ella estuvo en contacto lejano con algunas
personas que después aparecieron testadas por coronavirus. Ella me llamó
preguntando si era una política adecuada que se testeara a pesar de que no
tenía ningún síntoma, y yo le pedí que lo hiciera', explicó Mañalich este lunes
en una conferencia de prensa.
Según el último reporte del Gobierno de
Chile, en la región de La Araucanía hubo 13 casos nuevos hasta ayer a las 21.00
hora local, con un total de 40 contagiados y ningún fallecido, mientras que en
todo el país hay 2 muertos y 746 infectados, según se anunció hoy.
Chile se encuentra desde el pasado
jueves bajo el estado de excepción por catástrofe, con las clases suspendidas
desde el lunes y fronteras cerradas, además de la clausura de centros
comerciales, cines, restaurantes y comercios que no sean de primera necesidad.
Aunque hay muy poca actividad en las
calles, el Gobierno rehúsa de momento declarar la cuarentena en todo el
territorio, pero sí ordenó este domingo el confinamiento de la población en la
ciudad austral de Puerto Williams y a partir de este lunes la de Chillán.
Medidas que se une así las cuarentenas
que ya estaban vigentes en la remota Isla de Pascua y en pequeño pueblo de la
Patagonia chilena, por donde paseó un turista infectado que viajaba en un
crucero.
Fuente: EFE