Hay gran alegría en la
Iglesia de Iquique. Y también, es el momento de orar profundamente por Juan
Miguel Carvajal Sampson, Juan Eduardo Castro Pacha y Héctor Yévenes Aravena,
quienes recibieron la Ordenación Diaconal en una Solemne Eucaristía de manos del
Obispo Diocesano, Marco Órdenes Fernández, con masiva compañía del pueblo fiel
en la Catedral de Iquique la noche de este viernes.
El Purpurado destacó
que “nos reunimos con especial alegría para celebrar la Eucaristía como Iglesia
Diocesana y acompañar a tres hermanos nuestros. Venimos a levantar la Acción de
Gracias y a acompañar la ofrenda de estos hermanos en el ministerio del
servicio”.
La Ordenación Diaconal
implica una consagración de por vida al servicio de la Iglesia. El Diácono está
llamado a anunciar la Palabra, a servir en el Altar y a sus hermanos. Es
enviado a presidir las Oraciones con el Pueblo, por los Difuntos; celebrar el Bautismo;
Bendecir los Matrimonios; y llevar la Comunión a los enfermos.
Oración
La noche del viernes la
liturgia invitó a dar gracias a Dios por el ministerio de estos hermanos que,
saliendo desde el pueblo, se hacen servidores de la Palabra y del Altar. “Al
reunirnos en este Templo Catedral, lo hacemos como un pueblo que, alentado por
una misma FE y una misma Esperanza, levanta su oración al Señor que conduce
nuestros pasos”, expresó el Prelado.
Los momentos más
emotivos de la Eucaristía fueron cuando las esposas de los llamados al
diaconado manifestaron su adhesión pública a la solicitud de la Ordenación Diaconal
del Vicario Pastoral. Luego vino la promesa de los elegidos ante el Obispo
diocesano que, con el canto de las
letanías, junto al pueblo fiel congregado en la Catedral, levantó una gran
súplica invocando el auxilio de Dios sobre estos hermanos nuestros.
Tradición
En una tradición que
viene de los Apóstoles, Monseñor Ordenes impuso las manos para conferir el Orden
y el envío del Espíritu, lo que en silencio se acompañó con oración. Luego,
pronunció la Oración Consagratoria con que la Iglesia instituyó a los nuevos
ministros de la Palabra y el Altar.
A continuación se
efectuó la imposición de la estola y dalmática, signos propios del ministerio
diaconal y que fueron investidas a los nuevos Diáconos por sus esposas asistidas
por sus hermanos en el ministerio ya consagrados que acompañaron la Eucaristía.
Posteriormente se
entregaron los Evangelios con las siguientes palabras “cree lo que lees, enseña
lo que crees, vive lo que enseñas”. Luego se realizó el saludo y presentación a
la asamblea. Los nuevos Diáconos tuvieron breves palabras de dicha y
agradecimiento ante la asamblea.
Finalmente en la
procesión final se entonó el “Reina del Tamarugal”, con el que el pueblo
aplaudió a los nuevos ordenados.
Juan Carvajal y Juan
Castro pasaron al Diaconado permanente, mientras que Héctor Yévenes se prepara
para la Ordenación Sacerdotal.