El
diputado Ernesto Silva, presidente del partido opositor chileno Unión Demócrata
Independiente (UDI), presentó hoy su dimisión al cargo, después de los
escándalos políticos que han afectado a esta formación derechista,
especialmente el llamado "caso Penta".
"He
tomado una decisión muy difícil para mí (...), presento en este acto mi
renuncia a la presidencia del partido", anunció Silva en una improvisada
conferencia de prensa en la sede de esta formación política, la más
conservadora de todo el arco parlamentario chileno.
Silva
anunció también que ha convocado al consejo nacional del partido para que elija
a la nueva directiva, un proceso que será conducido por el actual secretario
general, Javier Macaya.
La
UDI fue fundada a comienzos de los ochenta como una formación conectada
políticamente con el pinochetismo y económicamente con las ideas ultraliberales
de Milton Friedman y la Escuela de Chicago.
En
las últimas semanas, el partido -que cuenta con 8 senadores y 29 diputados- ha
estado en el centro de la polémica por la presunta implicación de
parlamentarios y dirigentes en financiación irregular de las campañas
políticas.
Junto
con Silva -elegido presidente en mayo de 2014- también presentó su renuncia al
cargo en el partido el vicepresidente Ivan Moreira, quien aparece citado
también en el sumario del caso Penta, por la presunta financiación irregular de
su campaña al Senado, en noviembre de 2013.
La
senadora Ena Von Baer y el diputado Felipe de Mussy (ambos de la UDI) también
están siendo investigados dentro de la arista política del caso.
El
pasado sábado un juez ordenó prisión preventiva para dos banqueros, un
exsubsecretario de Minería, y otros cargos directivos y del Servicio de
Impuestos Internos involucrados en este escándalo, que ha impactado
profundamente a la opinión pública chilena, junto con el de los negocios
multimillonarios de Sebastián Davalos, hijo mayor de la presidenta Michelle
Bachelet, y de su esposa, Natalia Compagnon.
La
situación ha llegado a tal extremo que ayer, víspera del primer año de su
segundo mandato, la presidenta Bachelet anunció en un acto lleno de solemnidad
institucional la creación de una comisión de expertos que en 45 días deberá
entregar sus propuestas para sanear el mundo de la política y los negocios.
Al
anunciar este miércoles su dimisión, el presidente de la UDI reconoció que hay
una seria división en el seno de la formación, motivo por el cual, el próximo
10 de abril, el llamado"partido gremialista" convocará a su máximo
órgano entre congresos para elegir al nuevo timonel.
Creada
en 1983 por Jaime Guzmán (asesinado en 1991 por el Frente Patriótico Manuel
Rodríguez (FPMR), la UDI ha atravesado en los últimos años por diversas crisis
que han ido mermando su peso político y capacidad de movilización.
A
pesar de llegar a ser el partido más votado, nunca ha contado con un presidente
de la República. De hecho, la postulación de su candidato para la campaña de
2013 sufrió un revés tras otro, hasta el punto de que tuvo tres aspirantes
consecutivos, Laurence Golborne, Pablo Longueira y Evelyn Matthei.
"La
UDI ha vivido momentos muy duros en su historia. Nuestro fundador fue asesinado
(...), sin embargo, logró superar todo eso hasta transformarse en el partido
político más grande de Chile", recordó hoy Ernesto Silva.
"La
crisis de hoy es de naturaleza distinta, pero no por eso menos dura",
reconoció el diputado opositor, quien aludió a las recientes declaraciones de
algunos dirigentes del partido que, a su juicio, han socavado la unidad.
"La
UDI requiere una profunda renovación en su organización, su mensaje y su
propuesta", admitió Silvia, quien elogió la creación de una comisión
contra la corrupción anunciada ayer por la presidenta Bachelet.
"Se
ha entendido finalmente que los problemas no afectan a un partido, sino al
sistema político en su totalidad; se ha entendido que hay que mirar hacia
adelante, sin perjuicio de que los tribunales hagan su tarea", aseveró.
Fuente:
EFE