Más de 60 mil peregrinos llegaron hasta la tierra del tamarugal para acompañar los distintos momentos de esta fiesta, en que la imagen del Niño Jesús recién nacido, en brazos de monseñor Enrique Troncoso, del Obispo de Iquique y algunos sacerdotes, es arrullado mientras los devotos y fieles reciben las bendiciones del Señor a su paso.
De este modo, durante los tres días principales de esta celebración, una de las fiestas que más fieles congrega en La Tirana, el programa contempló la recepción de imágenes del Niño Dios en que cada uno de los fieles dejan en custodia la suya, y una vez que son bendecidas las retiran para junto a ellas caminar en procesión.
En esta oportunidad, y como cada año, la procesión se inició después de la eucaristía de día de la fiesta, con la devoción, muestras de fe y cariño de las personas que acuden a dejar a los pies del Señor Jesús, todos sus dolores, tristezas, alegrías y esperanzas. De este modo en recogimiento, la oración, el canto y la danza de los pastores son la tónica que acompaña al Salvador del Mundo en su recorrido por el pueblo.
Al término del itinerario por las calles aledañas al templo de la Virgen del Carmen, la procesión llegó hasta el Santuario y posteriormente los presentes se dirigieron en trote hacia el parabién con el objetivo de disfrutar el reparto de chicha y peras de Pascua. Luego del merecido descanso, los bailes del pueblo adoraron al Niño Dios por su manifestación gloriosa en medio de los sencillos.
Finalmente, los fieles y devotos despidieron la Pascua de los Negros con una alegre cacharpalla y agradecimientos a los alféreces a cargo de dicha celebración en el 2012, y llamaron a quienes se harán cargo de la Fiesta de la Epifanía 2013.
Vísperas de la Fiesta
Con un fuerte y cariñoso aplauso de miles de peregrinos, monseñor Enrique Troncoso, fue recibido en la explanada del Santuario del Carmen de La Tirana, al iniciarse la misa de las vísperas de la Fiesta de la Epifanía este jueves 5 de enero.
De la misma manera el Obispo de Melipilla dijo sentirse contento y emocionado al estar en la Diócesis de Iquique, "especialmente en esta hermosa fiesta de la Manifestación del Señor Jesús en medio de nosotros".
Así, en una cálida noche en medio del desierto de la pampa del Tamarugal, los bailes de pastorcitos, junto al resto de los peregrinos presentes vivieron la solemnidad de la llamada Pascua de Reyes o de los negros, con recogimiento y la alegría de revivir la llegada del nacimiento del Niño Dios.
También, como cada año, esta celebración nos recuerda la visita que los pastorcitos y los Reyes Magos realizan al Señor Jesús en el pesebre que nació, y antes de la consagración de los dones estos personajes, además de Melchor, Gaspar y Baltazar, montados en sus correspondientes camellos, llegan hasta el altar para ofrecer al Señor Jesús Oro, Mirra e incienso.
De este modo, al celebrar la eucaristía y al finalizar su celebración los peregrinos preparados con sus bengalas y papelitos picados de todos colores, expresan su gozo con gritos, cantos y danza justo a la medianoche, cuando llega el 6 de enero, día de la celebración de la epifanía del Señor. Junto a ello, y al son del "Arru arrú mi Niño, arrú, arrú sin par. Ojos de lucero, boquita de coral...", se inician los fuegos artificiales que también anuncian la llegada de Dios hecho Niño al mundo.
Finalmente, los bailes de pastorcitos, acompañados por ambos obispos, y el Niño Dios en los brazos de monseñor Troncoso, hicieron su tradicional ronda en medio de la explanada para compartir la alegría de recibir al Salvador del mundo y ser hijos de Dios.
