viernes, 23 de diciembre de 2011

Obispo de Iquique: La Navidad es la gran experiencia del regalo de Dios a los hombres

"Contemplar el misterio que Dios se hizo carne nos deja a todos tremendamente asombrados porque no logramos comprender ¿Cómo es posible que la grandeza de Dios se someta a la limitación humana? ¿Cómo es posible que el Creador asuma la condición de una criatura?. Esta es una cosa que no conseguimos comprender y por eso hablamos del misterio de la Navidad", dijo el Obispo.

También aseguró que brota una profunda reflexión desde el saber que Jesucristo que hizo limitado para compartir las limitaciones humanas "y entonces logramos ver con claridad que los convocados al pesebre son, en primer lugar, los que experimentan en su propia carne la limitación, por eso los que primero tienen acogida en un pesebre son los enfermos, los pobres, los necesitados. Todos los que estamos marcados por algún sufrimiento o por alguna necesidad, porque Dios se ha hecho vecino de nuestras limitaciones".

"Al hombre le hace bien que Dios esté entre nosotros porque nos coloca en justo medio, como decían los griegos, ese punto de equilibrio que tanto necesitamos frente a una sociedad que está acelerada, y ese punto de equilibrio es Dios", enfatizó monseñor Ordenes y continuó: "El punto de equilibrio para el desarrollo integral y humano es Dios".

Continuó el Obispo y enfatizó que "quien nos recuerda que la justa distribución de los ingresos en una sociedad tan desigual para las personas es Dios, entonces frente a la desigualdad que es una de las marcas lamentables que tenemos en Chile, frente a la falta de diálogo y la injusticia social establecida con estas situaciones que necesitan grande cambios sociales, como son; la educación, la salud, el tema de la pobreza en Chile, el acceso en la calidad de los servicios, entonces dónde buscamos el punto medio? En el bien, y quien nos asegura este bien; solo Dios".

"Este es el mensaje cristiano en esta Navidad", aseguró monseñor Marco y dijo que Jesucristo metido en medio del mundo, "nos hace tener los ojos abiertos y nos obliga a no cerrarlos o a no ser indiferente, porque cuando Cristo se hace vecino de esta población humana, entonces se mete en nuestras cosas. El quiere meterse en nuestras juntas de vecinos, en los clubes deportivos, en la realidad política. Tiene una palabra que decirnos y que a todos nos hace bien porque no tiene intereses creados".

Entonces, señaló que "La Navidad es la gran experiencia del regalo de Dios a los hombres, y a nosotros compartir regalos nos hace súper bien, son gestos de amistad, de cercanía, de querer compartir lo que tenemos, pero eso debe tener una limitación de la racionalidad, un marco de regulación que evite que caigamos en el consumismo, por eso hace mucho bien compartir con los que no tienen. En estos días la caridad nos hace mucho bien".