jueves, 22 de diciembre de 2011

Chile tiene un margen monetario y fiscal para enfrentar la crisis, dice el ministro de Hacienda

La economía chilena está mostrando signos de desaceleración, pero se encuentra bien preparada y posee margen monetario y fiscal para enfrentar un empeoramiento del escenario internacional, dijo hoy el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.

En una reunión con corresponsales extranjeros, Larraín aseguró que este año Chile crecerá por encima del 6 %, pero reiteró que "es muy difícil" cumplir con la meta del 5 % para 2012, aunque hasta el momento el Gobierno no ha cambiado esa proyección oficial.

El pasado martes, el Banco Central (BC) redujo sus previsiones de crecimiento al 6,2 % en 2011 y a un rango de entre el 3,75 y el 4,75 % en 2012, inferior a la franja de 4,25/5,25 % anterior, debido a la inestabilidad económica en los países desarrollados.

En tanto, varios organismos internacionales vaticinan una expansión de entre el 4 y el 4,5 % en Chile para 2012.

"Aun en un escenario muy complicado, Chile se va a seguir expandiendo a tasas muy significativas", resaltó Larraín.

Según el ministro, la economía chilena tiene espacio monetario y fiscal para enfrentar un deterioro del contexto externo, gracias a que la tasa de política monetaria (interbancaria) se encuentra en un 5,25 % y a que se prevé cerrar este año con un superávit fiscal del 1,2 % del PIB.

Sobre la tasa de interés, Larraín cree que el último comunicado del BC hace "más probable que haya una reducción" en enero.

La tasa de interés es uno de los mecanismo para mantener controlada la inflación, que este año terminará cerca del 4 %.

Para 2012, en cambio, Larraín avizora una "mejora significativa" en ese índice, con una proyección inferior al 3 %, que es la meta del BC, debido a la mejora del valor de las materias primas y al menor dinamismo de la demanda.

Por otra parte, el déficit estructural se mantendrá este año en el 1,5 % del PIB, con una variación marginal respecto al de 2010.

"Tenemos todas las posibilidades de responder en buena forma a una situación más adversa", insistió el ministro.

El primer canal de transmisión de la inestabilidad mundial ha sido la caída del precio del cobre, el principal producto de exportación chileno, que se ha reducido casi un dólar en pocos meses.

En segundo lugar se encuentran las exportaciones industriales, las más dependientes de Europa, ya que del conjunto de los envíos, solo un 40 % van a los países desarrollados.

Las dificultades también podrían llegar por el canal del crédito, aunque Larraín aseguró que Chile posee "herramientas de política monetaria y de política fiscal para enfrentar una situación de menor liquidez".

Añadió además que "no está definido" si Chile volverá al mercado del crédito en 2012, tras las emisiones de bonos realizadas este año.

Ante un agravamiento del escenario, el Gobierno ha preparado además un plan de contingencia, detallado en unas 200 páginas y basado en empleo, inversión y liquidez, que Larraín evita desgranar y del que solo dice que esperan "no tener que utilizarlo".

En cualquier caso, Larraín considera que "esto no es comparable al año 2009", cuando la economía chilena se contrajo un 1,7 %.

"Estamos en una situación compleja en la economía internacional, pero la probabilidad de que una recesión mundial es baja. El escenario más probable es una desaceleración de la economía mundial con una recesión en Europa, que es distinto a una recesión mundial", estimó.