El presidente de
Chile, Sebastián Piñera, defendió este domingo la agenda social que prevé
desarrollar en su país ante las protestas que se suceden desde el pasado
octubre y avaló las movilizaciones pacíficas que puedan convocarse, pero
recalcó que no pueden tolerarse las actitudes violentas.
Piñera hizo estas consideraciones en
Montevideo, donde acudió a los actos de toma de posesión del nuevo presidente
de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y que supone su primer viaje al exterior desde el
inicio de las movilizaciones de la sociedad chilena.
Ante las nuevas protestas convocadas
para este mes, el presidente subrayó que la inmensa mayoría de chilenos quiere
paz, tranquilidad, que se restablezca el orden público y tener seguridad para
poder desarrollar su vida con normalidad.
De ahí que asegurara que la agenda de
su Gobierno para marzo tiene como prioridad restablecer la plenitud del orden
público, la seguridad ciudadana y "combatir la violencia con toda la
decisión del mundo".
Un objetivo al que espera que se sumen
todas las fuerzas políticas porque precisó que no es solo una tarea del
Ejecutivo, sino "de todos los chilenos de buena voluntad" y hay que
condenar la violencia y a quienes directa o indirectamente la apoyan.
Junto a ello garantizó que va a haber
un fuerte impulso de la agenda social, lo que va a suponer, por ejemplo, la
mejora de las pensiones de la clase media y de las mujeres.
Una gran reforma del sistema de salud,
la aprobación del proyecto de ingreso mínimo garantizado que va a mejorar la
situación económica de 700.000 trabajadores con sueldos más bajos y el combate
de los abusos empresariales o de información en los mercados financieros son
otras de las tareas que piensa llevar a cabo.
"Vamos a aumentar las penas de los
delitos económicos para tener un Chile con menos abusos y mayor igualdad de
oportunidades", añadió antes de considerar necesario que el Congreso
apruebe la ley que permita a las fuerzas armadas proteger las infraestructuras.
Piñera señaló que se trata de una gran
tarea para el mes que comienza y, ante las manifestaciones que están
convocándose, insistió en que las que sean de carácter pacífico forman parte de
la democracia y, por tanto, el Gobierno las respalda y protege.
"Pero hay que distinguir
claramente. Sí a las manifestaciones pacíficas porque es un derecho de los
ciudadanos; no a la violencia criminal que está destruyendo vidas, sueños,
empleos y pymes", recalcó.
En esa misma línea, hizo una llamada:
"Terminemos con la violencia en Chile; la violencia destruye, mata y no
conduce a ninguna parte".
Piñera se refirió también a preguntas
de los periodistas a las investigaciones en torno al accidente del avión
militar con 38 personas a bordo cuando se dirigía en diciembre pasado a la
Antártida.
Al respecto se limitó a asegurar que el
Gobierno entregó toda la información a la Fiscalía y que su política ante este
asunto ha sido de transparencia total.
Fuente: EFE