viernes, 26 de agosto de 2011

Piñera convoca a los estudiantes al diálogo en "La Moneda"

El presidente Sebastián Piñera, convocó hoy a dialogar sobre los problemas del país y crear "un clima de paz y no de guerra" a fin de solucionarlos, tras la violencia generada en torno al paro de dos días convocado por la Central Unitaria de Trabajadores.

Durante la inauguración de un nuevo hospital en la región del Maule, una de las más dañadas por el terremoto de febrero de 2010, el mandatario dijo que el Gobierno está dispuesto a dialogar "desde ahora mismo" con los "actores" de la Educación, estudiantes, padres, profesores y rectores.

"Como presidente de Chile convoco a todos, estudiantes, padres, profesores y rectores a que iniciemos ahora mismo el diálogo en La Moneda, en el Congreso", precisó, y subrayó que "llegó el tiempo de juntarnos en torno a una mesa, en un clima de paz y no en un clima de guerra".

Insistió en que "el camino de la violencia y de la intransigencia no conduce a nada y solo produce más división y enfrentamientos, situación que produce dolor a la mayoría de los chilenos".

Según el gobernante, después de tres meses de movilizaciones estudiantiles, en demanda de una mejor educación, "es hora de dialogar y buscar las soluciones que permitirán al país contar con educación de buena calidad, con un financiamiento justo y adecuado", lo que es, remarcó, "un anhelo tanto del Gobierno como de todos los chilenos".

El país "ya ha sufrido demasiada violencia y destrucción (...) llegó el tiempo de reaccionar", dijo.

El mandatario hizo el llamado después de dos días de un paro nacional convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), que culminó de forma violenta en la madrugada de hoy, con un adolescente de 14 años muerto, 153 carabineros y 53 civiles heridos y 1.394 detenidos, según el balance oficial.

Piñera pidió buscar acuerdos, "y dejar atrás la confrontación, hacer que todos nosotros contribuyamos a que nuestro país sea mejor, y aislar a aquellos que buscan todo lo contrario".

Sin referirse a nadie en particular, el mandatario, cuya popularidad ha caído al 26 por ciento, según las últimas encuestas, acusó que "hay algunos que quieren destruir nuestro país, causar daño a los chilenos".

"Pero yo sé que la inmensa mayoría, y aquí no hago ninguna distinción entre Gobierno y oposición, queremos justamente lo contrario", remarcó.