martes, 9 de agosto de 2011

Estudiantes piden un plebiscito al Gobierno tras una marcha por una mejor educación

Los dirigentes estudiantiles chilenos afirmaron hoy que exigirán un plebiscito si el Gobierno no responde a sus demandas, tras la marcha que realizaron este martes a favor de una educación pública de calidad y gratuita, que según ellos, logró congregar a 150.000 personas.

"Tuvimos una manifestación masiva de más de 150 mil personas. Fue un gran éxito.
Esto demuestra que este movimiento no ha perdido la fuerza, que mantiene su profunda convicción de que en Chile es necesario avanzar en cambios estructurales al modelo educacional", aseguró en una rueda de prensa la presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile, Camila Vallejo.

La dirigente afirmó que si el Gobierno no es capaz nuevamente de dar una respuesta le van a "tener que exigir otra vía de solución ya no institucional".

"Convocar seguramente a un plebiscito para que sea la ciudadanía en su conjunto que decida cuál tiene que ser el futuro de la educación en nuestro país", sentenció la dirigente, que agregó que en regiones se reunieron otros 40 mil jóvenes.

El apoyo de la ciudadanía chilena al movimiento estudiantil "ha sido transversal", afirmó Vallejo, que estaba acompañada del titular del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, y otros dirigentes de estudiantes secundarios además del secretario de Relaciones Internacionales de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República de Argentina, Eduardo Pereira.

De otro lado y mientras ocurría la marcha, la I Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó al ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, entregar un informe después de que una secretaria ejecutiva del Consejo del Libro, Tati Acuña, amenazara vía twitter a Vallejo.

Acuña, en su cuenta @Tati_Acuna, escribió "se mata la perra se acaba la leva", refiriéndose a la líder estudiantil.

Esta frase es similar a la que utilizó el dictador Augusto Pinochet momentos antes de que se iniciara el ataque al Palacio de La Moneda, el 11 de septiembre de 1973, fecha del golpe militar.

En tanto, el ministro del Interior emplazó a los líderes del movimiento estudiantil a reflexionar sobre lo "dañinas" que están siendo las marchas y los instó a discutir las reformas en el Congreso.

"Los universitarios y el Colegio de Profesores quisieron marchar una vez más y nuestra Intendencia les dio autorización. Sin embargo, los resultados han demostrado una vez más que desafortunadamente ellos (los dirigentes) no tienen el control de las marchas", subrayó Hinzpeter.

El jefe del Gabinete del presidente chileno, Sebastián Piñera, no descartó en el futuro la Ley de Seguridad del Estado ante otras protestas.

Entre sus demandas, los estudiantes secundarios y universitarios solicitan al Gobierno la "desmunicipalización" de la enseñanza, es decir, que el Estado vuelva a administrar del sistema, y que se prohíba el lucro como objetivo de las instituciones de educación privadas.

En tanto, el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, que llegó a la zona donde se produjeron los incidentes más graves, fue increpado duramente por un grupo de vecinos.

En esa zona, grupos de encapuchados incendiaron al menos dos automóviles, destruyeron paraderos de la locomoción colectiva que luego utilizaron como barricadas, apedrearon locales comerciales y varios edificios de departamentos, sin que Carabineros lo evitara.

La manifestación estaba autorizada hasta las 14.00 hora local, pero grupos de jóvenes, todos encapuchados siguieron levantando barricadas en varios puntos estratégicos de la capital chilena, que finalmente terminaron en enfrentamientos con la policía.