Estudiantes y profesores anunciaron el miércoles que desafiarán una prohibición del gobierno para marchar por el centro capitalino, mientras varios centros universitarios y de enseñanza media rechazaron la propuesta oficial para terminar el conflicto en el sector que viene desde hace dos meses.
Además, un grupo de 18 estudiantes secundarios que realizan una huelga de hambre por dos semanas amenazaron con radicalizar su protesta contra el gobierno y pasar a un ayuno seco.
El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, anunció la prohibición a marchar por la céntrica Alameda a pedido del alcalde Pablo Zalaquett, por desmanes protagonizados por pequeños grupos en otras protestas. "El término de las marchas se agotó", afirmó Hinzpeter.
Estudiantes secundarios convocaron a una marcha para el jueves en la mañana, mientras profesores y dirigentes universitarios llamaron a hacerlo por la tarde del mismo día.
El presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, dijo en declaraciones a radio Cooperativa que "se va marchar igual porque es un derecho".
El dirigente fustigó a Hinzpeter, a quien acusó de "estar actuando con la arrogancia de los grupos de poder de Chile. Esa intransigencia es la que ha llevado a que estos conflictos se prolonguen".
También el vocero de los estudiantes secundarios, Freddy Fuentes, advirtió que igual intentarán marchar.
Estudiantes y profesores deberán entregar el viernes su respuesta a la fórmula de 21 puntos entregada el lunes por el nuevo ministro de Educación, Felipe Bulnes, para terminar con el prolongado conflicto, que tiene paralizadas una veintena de universidades y colegios municipales de enseñanza secundaria.
Tres centros estudiantiles de algunas de las mayores universidades del país ya anunciaron su rechazo a la propuesta tras analizarla en asambleas, entre ellas la Universidad Católica, que siendo un establecimiento privado recibe aportes del estado y ha estado en la primera línea del conflicto.
Profesores y estudiantes demandan una mejor educación, un mayor aporte estatal, el término del lucro en el sector y que los colegios secundarios dejen de depender de las municipalidades, como desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). El gobierno respondió con su propuesta con mayores aportes y una "desmunicipalización" parcial de los colegios.
Críticos de la propuesta han señalado que responde parcialmente a las demandas estudiantiles y de los maestros. El presidente de la federación de estudiantes de la Universidad de Santiago (Usach), Camilo Ballesteros, la calificó de "insuficiente".
La Usach y las universidades Católica y Concepción anticiparon su rechazo.
Los dirigentes estudiantiles y de los maestros pretenden con sus manifestaciones del jueves expresar que su movilización continúa pese a que dialogan con el gobierno, como lo señaló Camila Vallejos, presidenta de los estudiantes de la Universidad de Chile.
"Queremos recalcar que seguimos con fuerza movilizados, seguimos discutiendo, vamos a tomar una posición el viernes, pero este movimiento no por eso va a estar en un estado de statu quo", dijo Vallejos,
Estudiantes y maestros recibieron el respaldo de la coalición opositora de cuatro partidos centroizquierdistas, a la cual le habían exigido pronunciarse sobre el conflicto. El conglomerado opositor entregó 37 propuestas de reformas, entre ellas la que recoge una de las más sentidas demandas de los estudiantes y profesores que es terminar con el lucro en la educación y restar el aporte estatal a instituciones privadas que lo practican.
