jueves, 4 de agosto de 2011

Más de 133 detenidos en las protestas estudiantiles en Chile


Los estudiantes, pese a que Carabineros impidió este jueves una marcha de protesta y detuvo a 133 jóvenes en Santiago, desafiaron una prohibición gubernamental y decidieron mantener la convocatoria de una nueva protesta, informaron sus dirigentes.

La acción policial para impedir la marcha de los estudiantes secundarios dejó una densa nube de gases lacrimógenos por todo el centro de Santiago y alcanzó lugares como estaciones del Metro y la sección de radiología de la clínica Santa María, que debió suspender la atención de pacientes.

Según la intendenta de Santiago, Cecilia Pérez, al menos 133 personas fueron detenidas y dos carabineros resultaron heridos en los intentos de los jóvenes por concentrarse en la Plaza Italia y marchar por la Alameda Bernardo O'Higgins, ambas expresamente prohibidas por el Gobierno como escenario de dos marchas convocadas para este jueves.

El portavoz del Ejecutivo, Andrés Chadwick, afirmó que los incidentes fueron menores a los esperados y llamó a los dirigentes a desconvocar la segunda marcha, de universitarios, como única "actitud razonable" de los estudiantes, pues La Moneda mantiene su decisión "de mantener el orden y hacer cumplir la ley".

Grupos de entre 200 y 300 jóvenes trataron reiteradamente de acceder a la plaza Italia desde sectores adyacentes, pero el área fue cercada con vallas papales, que además desplegó más de 1.000 carabineros que abortaron cada intento de los estudiantes.

Algunos grupos también trataron de acceder a la Alameda Bernardo O'Higgins para apoyar sus demandas de una mejor educación pública, gratuita y de calidad, lo que causó la diseminación de los incidentes por todo el centro de Santiago.

También hubo protestas en algunas ciudades como Valparaíso, Concepción, Valparaíso, Iquique y Quilpué.

Pese a la prohibición, los estudiantes se movilizaron desde las primeras horas del día con la instalación de al menos una veintena de barricadas, una docena de ellas en Santiago y el resto en regiones, que marcaron el comienzo de los incidentes.

La acción policial no amilanó a los estudiantes, que reafirmaron la convocatoria a una nueva manifestación desde las 18.30 hrs. de este jueves en las prohibidas Plaza Italia y Alameda.

"Reafirmamos que nos vamos a congregar de nuevo, a las 18.30 para poder manifestarnos", dijo a los periodistas Camila Vallejo, presidenta de los estudiantes de la Universidad de Chile, en las cercanías de la plaza Italia, con los ojos llorosos por efectos de los gases.

Vallejo también convocó, vía Twitter, a "un cacerolazo" en todo Chile a partir de las 21.00 horas.

"La convocatoria para la marcha de la tarde corre igual, no hay ningún cambio, nosotros vamos a estar acá presentes, vamos a congregarnos en este lugar", agregó Jaime Gajardo, presidente del Colegio de Profesores. Los dirigentes criticaron la represión contra los estudiantes de secundaria.

"Me siento violentada, es chocante ver Santiago así, me hace recordar Chile hace 30 años. Éste es un Gobierno de derecha que repite las prácticas de la dictadura", criticó Vallejo.

"A uno la imagen que le queda es de un estado de sitio, donde cualquier persona que circulara era detenida y revisada", añadió.

"Así debe haber sido hace treinta años", dijo a los periodistas Paloma Muñoz, portavoz de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios, en alusión a la época de Pinochet.

Laura Ortiz, otra dirigente secundaria, coincidió en que el Gobierno ha recurrido "a tácticas dictatoriales" para reprimir a los estudiantes, y denunció, en declaraciones a una radioemisora nacional, que "incluso hemos escuchado disparos", lo que consideró "inaudito".

Los dirigentes afirmaron que el Gobierno empleó un decreto supremo emitido en 1983 por Augusto Pinochet que supedita la realización de manifestaciones a una autorización previa de las autoridades y otorga a éstas amplias atribuciones para negar el permiso o disolverlas.

Los estudiantes, que llevan más de dos meses movilizados, convocaron las marchas mientras esperan responder este viernes a una propuesta gubernamental de 21 medidas que pretende terminar con las protestas, aunque una docena de federaciones ya adelantaron su rechazo al plan de Sebastián Piñera.

Según las federaciones, la propuesta es ambigua y alejada de los problemas de fondo de la educación chilena, aunque el texto propone una reforma que garantice constitucionalmente una educación pública gratuita y de calidad y el fin paulatino de la administración municipal de la enseñanza, que figuran entre las demandas estudiantiles.