viernes, 5 de agosto de 2011

Casi 900 detenidos tras las manifestaciones estudiantiles en el país


874 detenidos y 90 carabineros heridos. Este es el balance que ha presentado hoy el Gobierno de los enfrentamientos ayer entre jóvenes secundarios y universitarios con carabineros en varias ciudades del país, tras las diversas manifestaciones estudiantiles para exigir reformas y más recursos para el sistema educacional. Fue una de las jornadas de protestas más intensas desde la instauración de la democracia hace más de dos décadas.

El subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, ha dicho a la prensa que seis de los carabineros heridos continuaban hospitalizados esta mañana, pero no ha dado cifras de civiles, aunque informes de radio informaron durante la noche de al menos una docena de jóvenes atendidos en centros de urgencia hospitalaria.

Miles de estudiantes secundarios y universitarios desafiaron ayer la prohibición del Gobierno a marchar por la principal avenida de Santiago, la Alameda, y se enfrentaron con piedras y barricadas contra la policía, que arrojó gases y chorros de agua y reprimió a los manifestantes en distintos puntos de la capital. Este escenario se repitió en varias ciudades a lo largo del día.

El punto principal de convocatoria de los estudiantes secundarios, la céntrica Plaza Italia, a donde convergen las principales avenidas de Santiago, fue rodeada por vallas de contención para impedir que los manifestantes la ocupen, en un hecho inédito en democracia y que solo se había vivido en dictadura. Más de mil policías estaban concentrados en torno a la Alameda para disuadir las manifestaciones.

Los estudiantes, que están protestando con tomas de colegios, marchas y huelgas de hambre en todo el país contra el Gobierno desde hace casi dos meses, instalaron barricadas con neumáticos, palos y basura en más de una docena de avenidas vitales para el intenso tránsito de esa hora. Al anochecer llegó el turno de los universitarios y profesores, que también intentaron marchar por Santiago y las principales ciudades, mientras los secundarios convocaron en la tarde a sumarse.

Los hechos más violentos, según Ubilla, se produjeron durante la noche, cuando unos encapuchados incendiaron el local de la cadena de tiendas La Polar.

'Cacerolazo'

Al enfurecimiento de los estudiantes y profesores se sumó el descontento de cientos de chilenos que protagonizaron en Santiago un gran cacerolazo contra el Gobierno de Sebastián Piñera, un hecho inédito en 20 años de democracia. Habitantes de Santiago hicieron sonar ollas y sartenes en respaldo a los estudiantes. Los llamados cacerolazos tuvieron lugar en reconocidas zonas de la capital chilena como la Plaza Italia y la Plaza Brasil. Medios locales informaron de pequeñas concentraciones en algunas esquinas de zonas residenciales que contaron con el apoyo de conductores que hicieron sonar las bocinas de sus vehículos.

La convocatoria a tomar las calles se realizó a través de las redes sociales, como Twitter, y mensajes de texto al móvil. La acogida fue mayor a la esperada, aunque algunos funcionarios del Gobierno afirman que esta marcha de estudiantes no tuvo el mismo éxito que las anteriores.

El subsecretario Ubilla comparó la violencia con el cacerolazo -convocado por los líderes estudiantiles- y dijo que si se hizo para demandar una mejor educación, es un propósito que el Gobierno comparte.

La oposición ha criticado la represión que ordenó el Gobierno. Parlamentarios de distintos partidos han anunciado que presentarán una acusación constitucional contra el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, por la "brutal represión contra los estudiantes". El senador socialista Fulvio Rossi ha advertido a La Moneda que si no termina "la represión contra los niños", la oposición bloqueará en el parlamento todas las iniciativas que envíe el Gobierno.

El Gobierno ha afrontado el conflicto en forma errática. Primero restó importancia a las protestas de los estudiantes, después las reconoció y el anterior ministro de Educación, Joaquín Lavín, hizo una propuesta al movimiento sin acoger sus demandas.

El presidente removió a Lavín de Educación y nombró en su reemplazo a Bulnes, ex ministro de Justicia. Esto le ha costado a Piñera buena parte del apoyo que ganó hace hoy justo un año con el rescate de los mineros. La aprobación a Piñera ha caído a un 26%, la cifra más baja que ha obtenido un presidente desde el regreso de la democracia, de acuerdo a la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP).