lunes, 1 de agosto de 2011

Trabajadores de Escondida van a tribunales para evitar despidos

Mientras el cobre cerró este lunes con un alza de US$0,04 la libra, cotizándose en US$4,45 en la Bolsa de metales de Londres y alcanzando su mayor nivel desde el 7 de marzo, en Chile Minera Escondida da cuenta de pérdidas de US$330 millones por el paro de sus trabajadores, que ha implicado dejar de producir unas 33 mil toneladas del metal rojo.

Las faenas continúan paralizadas, tanto en la mina, ubicada a 170 kilómetros al sureste de Antofagasta y a 3.100 metros de altura, como en su puerto de embarque en Coloso, al sur de la ciudad.

Al día de hoy, la compañía controlada por la anglo-australiana BHP Billiton, que produce el 7% del cobre mundial, y los trabajadores, no han llegado a un acuerdo. Si bien hay consenso en parte del petitorio, que se analizaría en una agenda de trabajo, el punto en conflicto sigue siendo el bono de fin de año fiscal, que se emite por las ganancias extraordinarias del yacimiento.

La empresa ofreció $2,6 millones a fines de la semana pasada, es decir, 200 mil pesos menos que la primera propuesta, y cifra muy lejana a los cinco millones que piden los trabajadores, por lo que la oferta fue rechazada el viernes en votación a mano alzada.

El problema entró en una etapa de judicialización luego que los sindicatos interpusieran un recurso de protección para evitar eventuales despidos. El vocero del Sindicato N°1 de Escondida, Marcelo Tapia, explicó que han “reunido todos los medios probatorios, evidencias, en fin, para demostrar que Minera Escondida colaboró en la paralización al no proporcionar los buses para que los trabajadores subieran a la mina. Eso es una obligación que tenía la minera, no lo hizo y el sindicato puso los buses para que la gente pudiera subir. Por otro lado, la compañía no puede demostrar si la gente se presentó o no a trabajar, debido a que no tiene registro de asistencia. Entonces no tiene cómo acreditar si las personas se presentaron a trabajar”.

Tapia recordó además que impugnaron el pronunciamiento de la Dirección del Trabajo (DT), que declaró ilegal la huelga, y por esta misma razón presentaron una queja administrativa, por el rol que ha tenido en este proceso el director del Trabajo de la región de Antofagasta, Marcelo Pizarro. “El viernes presentamos una impugnación a dicho dictamen, debido a que la DT está involucrada con nosotros en la mediación, está en medio de denuncias que hemos hecho por prácticas antisindicales y otras por violación de derechos fundamentales de nuestros trabajadores. La Inspección debió haberse inhibido de sacar pronunciamiento alguno, porque es parte en esta materia”, dijo Tapia.

El vocero de los 2.375 trabajadores sostuvo que la movilización es indefinida hasta que se presente una nueva oferta y recordó que lo que piden por el bono es un total de US$26 millones, mientras que el año pasado la firma obtuvo utilidades netas por US$5.600 millones.

Por su parte, los trabajadores de Collahuasi, que se declararon en paro de advertencia por 24 horas el sábado pasado, dijeron que no descartan más movilizaciones si persiste el “maltrato” de parte de las jefaturas de la empresa y las prácticas antisindicales.

Agustín Latorre, de la Federación Minera de Chile, manifestó su apoyo a los trabajadores movilizados y sostuvo que “las principales empresas mineras, particularmente Collahuasi y Minera Escondida, son las que tienen el peor trato laboral. Tratan de proyectar una imagen de que son grandes empresas, donde todo es perfecto, y la verdad es que no es así”.

El dirigente enumeró algunos de las peticiones de los trabajadores de Escondida, como “varios temas de incumplimiento de contratos, no cumplimiento con normas sanitarias, no hay casas de cambio, los viejos tienen que comer en los camiones y no se respetan las enfermedades laborales”.

Latorre enfatizó que las movilizaciones están respaldadas por la legislación internacional y que el derecho a huelga es una realidad, a la vez que criticó que no se hable de las escandalosas utilidades que estarían recibiendo las empresas, las que incluso, dijo, evaden impuestos.