lunes, 13 de junio de 2011

Fosis promueve proyecto turístico en pueblo de Cancosa


Un paraje paradisíaco, donde se mezcla el límpido cielo azuloso, que se funde en perfecta armonía con la agreste pachamama; la presencia de alpacas, ñandúes, y sus nieves eternas que pintan el cordón montañoso del volcán Sillajuay, conforman el altiplánico pueblo de Cancosa. Ubicado a más de 300 kilómetros de Iquique, al interior de Pica y enfilando hacia el altiplano, a más 4 mil metros de altura sobre el nivel del mar, este villorrio aymara, cuenta con una belleza inigualable y con una comunidad que persevera y fortalece sus raíces y patrimonio cultural.

Hasta Cancosa, -donde se está más cerca del cielo y la vida se siente en cada latido- llegó el Fondo de Solidaridad e Inversión Social, en su compromiso por trabajar junto a las personas y comunidades más excluidas. “Mejoramiento de espacios para el albergue turístico de la Comunidad Indígena Aymara de Cancosa”, se denomina el proyecto que se prolongó por 6 meses y que permitió contar hoy día, con un hermoso y restaurado albergue, que acoge a los turistas que llegan al pueblo, buscando una conexión directa con la naturaleza.

Inversión

José Esteban Garay, Director Regional del FOSIS, señaló que la entidad siempre está presente donde las personas lo necesiten, por ello, no se escatimó en la lejanía ni los caminos que a veces se tornan dificultosos, para llegar a Cancosa. Además, encontró una comunidad organizada y dispuesta a trabajar con ahínco por su pueblo.

Así surge este proyecto autogestionado, en el marco del Programa Chile Emprende, del FOSIS, que permitió habilitar espacios del albergue turístico comunitario. Las dependencias, fueron refaccionadas contando con 09 habitaciones, cocina, hall de acceso, renovación del sistema eléctrico y todo el equipamiento necesario, para atender con calidad y calidez a los turistas y visitantes. Para reforzar, se implementará un modelo de administración, que permitirá poner en marcha los servicios.

La ceremonia de entrega de la obra de mejoramiento y cierre del proyecto del FOSIS, se realizó al aire libre, teniendo como telón de fondo la misma naturaleza. Y se inicia con el tradicional rito de la pawa, que se circunscribe dentro de la cosmovisión aymara, donde se configura la convivencia en equilibrio con la naturaleza. Su realización representa al hombre y mujer aymara (Chacha – Warmi) durante el espacio y tiempo, y tiene como objetivo pedir o agradecer a los Mallkus (cerros), Achachilas (abuelos), al Tata Inti (sol) y a la Pachamama que es la tierra en la que se vive

La hoja de coca, el alcohol y el copal (cupala), son elementos que se utilizan para oficiar la ceremonia donde se invoca a la buenaventura y el jallalla (saludo) para iniciar o dar término una actividad de importancia familiar o del grupo colectivo comunitario aymara.

Concluido el ritual, el presidente de la comunidad, Luis Moscoso, que desciende directamente de los fundadores del poblado, agradeció a la pachamama y recordó que sus antepasados, en una mirada visionario, convergieron de distintos lugares del ayllu de Cariquima, para dar vida a este pueblo, llevando con ellos toda la cultura ancestral.

“El FOSIS, reconoce a nuestra comunidad y nos apoya en este proyecto turístico que nos permitirá atraer turistas de larga distancia para que conozcan nuestras ancestrales tradiciones y maravillosos atractivos naturales, esto nos dará pie para impulsar el turismo de intereses especiales, actividad económica que nos permitirá mejorar la calidad de vida de en nuestro territorio”, señaló el dirigente.

Concluida la ceremonia, los lugareños y autoridades, recorrieron las instalaciones y departieron en un almuerzo preparado con los alimentos típicos de la zona.