viernes, 16 de diciembre de 2016

Turistas argentinos invaden Chile en busca de precios favorables

Silvia López, una jubilada bancaria argentina de 69 años, recorre entusiasmada un gigante centro comercial de la capital chilena en busca de ropa para sus nietos y otros regalos por al menos la mitad del precio que se venden en su país.

Como ella, una oleada de turistas argentinos invade el país vecino para aprovechar un tipo de cambio favorable a sus golpeados salarios, que han visto mermado su poder adquisitivo.

Rubros como vestuario, calzado y tecnología se han vuelto inaccesibles para muchos en Argentina. Mientras el sueldo mínimo se ubica en torno al equivalente a 500 dólares, un par de zapatos de una reconocida marca deportiva puede superar los 120 dólares.

Santiago "es como la segunda Miami, le estamos diciendo nosotros. Entre amigos y familiares nos estamos dando información para venir", comentó López a Reuters sobre su viaje de compras de una semana.

Adicionalmente, los visitantes aprovechan a buscar marcas que no se encuentran en su país, como H&M y Topman, entre otras, aunque el factor clave es la diferencia de precios.

Mientras un televisor LED puede costar unos 12.000 pesos argentinos, en una tienda chilena su valor alcanza un equivalente de 5.000 pesos.

Según datos de la Subsecretaría de Turismo chilena, unos 2,3 millones de argentinos ingresaron hasta octubre, un salto del 55 por ciento frente al mismo período del año anterior y muy lejos de los 863.897 turistas de esa nación que recibió Chile en 2008.

"Los argentinos compran en cantidades, algunos de ellos llegan con maletas enormes vacías al 'mall' antes de que abra", dijo María José Martínez, jefa de marketing del Costanera Center, un gigantesco centro comercial de la minorista chilena Cencosud ubicado en Santiago.

La ejecutiva agregó que más de un 70 por ciento de los visitantes que se inscriben en el programa de descuentos para turistas del centro comercial provienen del país vecino.

En los primeros nueves meses de 2016, los argentinos gastaron 651 millones de dólares en Chile, según cifras oficiales, lo que significa cerca de un tercio de los ingresos por turismo que recibe el mayor productor mundial de cobre.

La proximidad de los países hace incluso conveniente para algunos cruzar la frontera en auto para tener más espacio para sus adquisiciones.

"Todavía no sabemos (cuánto gastaremos), tenemos que comprar muchos productos para la bebé", dijo Sheila Castro, quien pese a su embarazo de siete meses realizó el largo viaje en auto desde la provincia argentina de San Juan.

"Incluso pagando con tarjeta de crédito, con precio dólar, nos conviene todavía bastante", admitió Castro.

Sólo para la temporada de verano austral se espera que el número de turistas argentinos en Chile aumente un 30 por ciento interanual a 1,7 millones de personas.

Incluso aquellos que llegan al país con planes diferentes, como la estudiante de Derecho Viviana Bianco -quien viajó para visitar el desierto de Atacama-, consideran que es difícil resistirse a la tentación de los precios.

"Si es la mitad de precio, vamos a terminar comprando, es obvio", admitió.


Fuente: Reuters