Este jueves 8 de diciembre a los pies de
la imagen de la Virgen María ubicada en el Santuario del cerro San Cristóbal,
el arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati llamó a los miles de fieles peregrinos
a no permitir “que nuestra ciudad y país vivan en desunión, competencia y falta
de solidaridad", solicitando especialmente no mirar a los migrantes como
competidores.
La Iglesia de Santiago celebró la tradicional fiesta de la Inmaculada Concepción, instancia donde cerca de 100 mil creyentes de Santiago y otros puntos del país, peregrinaron desde la madrugada al santuario del cerro para pedir a la Virgen la intercesión a sus necesidades y proyectos.
El cardenal Ricardo Ezzati presidió la misa del mediodía, Eucaristía que estuvo marcada por un mensaje a los chilenos invitando a la unidad, la justicia y solidaridad, con un especial énfasis en la integración de los migrantes.
Por ello el arzobispo instó: “No permitamos que nuestra ciudad y nuestro país vivan en la desunión, en la competencia y en la falta de solidaridad. Seamos constructores de unidad. Hoy simbólicamente desde el Cerro San Cristóbal, la Virgen María nos está animando a que sí es posible vencer la división, el odio y la indiferencia, y sí es posible construir la solidaridad, construir una ciudad unida, una ciudad de hermanos”.
El padre Carlos Godoy, Rector del
Santuario del Cerro San Cristóbal, vinculó el llamado del arzobispo con el
llamado del Papa: “Hace poco finalizó el Año de la Misericordia, convocado por
el Papa Francisco y no hay que olvidarse que él mismo en su carta conclusiva
del Jubileo, nos recuerda que la misericordia es una actitud permanente.
Entonces la idea es contemplar, mirar a la Santísima Virgen María como una
figura de la misericordia importante. El Santo Padre declaró que este año se va
a tener una especial atención a los más pobres. La imagen de la Virgen que está
en la cumbre está mirando al cielo, comunicándose con el Señor, pero con la
mano derecha mostrando la ciudad. Es invocar al cielo, pero no olvidarnos que
María nos invita a que es en la ciudad donde están los que más sufren, los más
pobres y donde se concreta el rostro de Dios”.