lunes, 22 de noviembre de 2010

Conmemoran traslado de iglesia pampina

En medio de las ruinas de lo que fue la oficina salitrera La Noria, y como parte de la actividades de la semana pampina, se conmemoró los 108 años del traslado de la iglesia del pueblo, la cual se habilitó en Pozo Almonte, con el fin de mantener la tradición de la festividad y veneración a San José Obrero.

La actividad principal para este recordatorio fue la homilía encabezada por el padre Carlos Inarejo, quien manifestó que “la idea de estar en este lugar, como forma de rememorar el pasado, nos hace ser grandes, puesto que se ve que las tradiciones aún se mantienen y que esto nos lleva como consecuencia, que queramos que más gente conozca de nuestro pasado, ayudando así a entender el presente”.

El edil de Pozo Almonte, Augusto Smith Marín, expresó que “la idea de tener esta tradición y revivir la misa en el abandonado lugar, la hacemos por un tema histórico. En esta iglesia estuvieron presos muchos de los participantes en la Guerra del Pacífico, así como otros tantos visitantes que se tuvieron en la época del salitre, puesto que La Noria fue uno de los grandes centros salitreros, y queremos que la gente recuerde siempre esto.

Además, en la misa participó el coro de niñas de las Escuela G-120 de La Huayca, compuesto por menores desde los 8 a los 12 años, quienes cantaron todas las melodías de la homilía. También estuvo presente parte de la comunidad Cristiano –Católica de La Tirana, quienes expresaron su agradecimiento por la invitación.

Importancia

La importancia del traslado de la iglesia “San José Obrero”, radica en que esta fue la iglesia más grande de la pampa hace 100 años, a la vez de ser parte de una de las comunidades y salitreras más grandes de la región de Tarapacá puesto que este lugar era el destino final del recorrido en ferrocarril puerto-pampa, llamado Iquique – La Noria.