lunes, 22 de noviembre de 2010

Isasi pedirá pronunciamiento a la Conama por Termoeléctrica Pacífico

La diputada independiente y regionalista, Marta Isasi, pedirá en los próximos días un pronunciamiento del Consejo Directivo de la Conama para conocer en detalle las razones que tuvo para acoger el recurso de reclamación del proyecto Central Termoeléctrica Pacífico, de la empresa Río Seco S.A., que en rigor revierte la resolución de la Corema de Tarapacá, que había calificado desfavorablemente el Estudio de Impacto Ambiental (EIA).

Junto con esto, señaló que exigirá al Presidente de la República, Sebastián Piñera, respetar su programa de gobierno, en donde señalaba, expresamente, “el respeto por el medio ambiente y la compatibilización con el desarrollo turístico”, lo que no se condice con la eventual instalación de una nueva terminal en el sector de Patache, ubicado a 63 kilómetros al sur de Iquique, que necesitará de combustible como principal insumo el carbón importado (bituminoso o mezclas con subbituminoso).

Fuerzas vivas

En este sentido, la parlamentaria –que en los próximos días retoma sus labores tras un largo período de licencia médica- respaldó la misiva que meses atrás envió al Primer Mandatario la Coordinadora Social y Sindical en Defensa del Medio Ambiente y Progreso de Iquique, con el fin de evitar la instalación de termoeléctricas en la zona.

“La comunidad, las fuerzas vivas de la región y sus autoridades nos hemos manifestado absolutamente en contra, en forma prácticamente unánime, a la llegada de este tipo de plantas, que si bien es cierto han sido consideradas como las generadoras más rentables y económicas del siglo pasado, sus impactos con el medio ambiente en general, respecto de los ecosistemas en que se emplazan o con que colindan, y la salud de las personas son incuestionables y persistentes. De hecho en países desarrollados europeos ya no se están utilizando”, explicó.

Isasi sostuvo que los titulares del proyecto han señalado mediante modelamientos y muestreos de terrenos que los efectos del proyecto son mínimos teniendo en cuenta que la eventual ubicación de la planta se encuentra en una zona desértica y poco habitada.

Sin embargo, “la experiencia indica que las simulaciones distan mucho de la realidad y ese es el punto que me preocupa, ya que el daño no recaerá necesariamente sobre nosotros, sino que afectará principalmente a las generaciones venideras, al futuro de nuestra amada Región de Tarapacá”.