sábado, 4 de junio de 2011

Sercotec destaca a emprendedor que implementa el uso de la energía renovable


Hace 18 años Eduardo Carrillo, residente en la localidad de Camiña, ubicada al interior de la región de Tarapacá, comenzó a gestar su idea emprendedora tras un viaje que realizó a Israel. En esas tierras lejanas le llamó la atención la tecnología innovadora y no contaminante de los paneles termo solares instalados en la mayoría de los techos de las casas.

Su inquietud por dichos aparatos, lo llevó a investigar y conocer otro uso que se le daba a los paneles, se trata de la construcción de invernaderos climatizados, cuya ventaja es que el vapor emanado de la energía solar produce vapor, que hidrata a las plantas sin la necesidad de riego.

Este sistema, con el que se ahorra agua potable y energía eléctrica, lo implementó por primera vez en Chile en una parcela de Los Andes. “Senté un precedente muy viable con este trabajo, el que mientras sepan utilizar les permitirá abaratar costos y aumentar la producción”, comenta.

Capital Semilla

De regreso a la primera región en 2006, postuló a un Capital Semilla de SERCOTEC del Gobierno de Chile, con el cual pudo concretar su proyecto para fabricar bombas de pozo profundo y otros artículos agrícolas con energía no contaminante. El aporte recibido fue cerca de dos millones de pesos, con los que adquirió una soldadora de última generación para acero y aluminio, una máquina trozadora y otros insumos con los que comenzó a generar cada vez más servicios e ingresos.

Hoy produce también, sus propios termos solares de fibra de vidrio y cañerías de cobre, que vende e instala en poblados de todo el norte del país y cuyo beneficio principal es la obtención de agua caliente hasta de 85 grados Celsius sin gas ni electricidad, sólo gracias a los rayos solares.

Cocina Solar

Durante una exposición realizada hace un tiempo en la comuna de Putreo, don Eduardo tuvo la posibilidad de dar a conocer la primera cocina solar de su fabricación. En la demostración pudo comprobar frente al público la eficiencia del aparato, con el que se puede alcanzar una temperatura de 200 grados Celsius. Tal fue la apreciación de la cocina, que la vendió inmediatamente en 400 mil pesos.

Lo anterior se convirtió en otro eje de emprendimiento para Eduardo Carrillo, quien hoy se proyecta con la fabricación de cocinas solares industriales, para lo cual necesita una inversión de 5 millones y medio de pesos. Explicó que consiste en una suerte de parabólica que focaliza los rayos solares en un momento determinado de radiación durante el día, con los que es posible preparar alimentos en cantidades mayores a las domésticas.

Para este microempresario las condiciones para utilizar la energía solar en el norte del Chile son excelentes. “Me gustaría enseñarles a utilizar este tipo de energía a los habitantes del interior de la región de Tarapacá, donde la emigración está siendo mayor cada día. Podemos crear un micro polo de desarrollo productivo, con un costo muy bajo a largo plazo y aprovechando el calor gratuito del sol”, puntualizó.