martes, 21 de septiembre de 2010

Huelga de hambre mapuche marca Tedéum bicentenario


Un libro donde cerca de 8.000 chilenos transcribieron a mano los versículos de los cuatro evangelistas San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, fue lo que le entregó el Cardenal Francisco Javier Errázuriz al Presidente Sebastián Piñera al final del Tedéum del bicentenario, acto que fue marcado a fuego por el conflicto mapuche y los 34 comuneros en huelga de hambre.

El libro fue preparado durante meses en distintos puntos del país y fue un regalo especial preparado por el jefe de la Iglesia Católica al Jefe de Estado con motivo de las fiestas del Bicentenario. “De nuestra parte, los Obispos y pastores presentes nos comprometemos a hacer cuanto nos incumbe, con nuestras palabras e iniciativas, para que Chile siga valorando el tesoro que recibió desde sus inicios, el Evangelio de Jesucristo”, dijo Errázuriz al entregárselo.

La ceremonia que había empezado con ocho minutos de retraso –el protocolo establecía que el comienzo sería a las 10:30 “en punto”- también fue muy simbólica pues se trataba del último Tedéum que encabezaría como Arzobispo de Santiago Francisco Javier Errázuriz.

El conflicto mapuche que tiene desde hace 70 días a 34 comuneros en huelga de hambre y en el que la Iglesia Católica, por pedido del gobierno, se ha transformado en el principal “facilitador del diálogo” con los huelguistas y sus familias, estuvo en el centro de las palabras de Errázuriz.

Por esto es que primero -y en lo que fue considerado como un “gesto” por parte de Errázuriz, quien hasta ayer no se había referido al tema públicamente- tuvo palabras de elogio para la etnia mapuche como constructora de la identidad nacional.
“Doscientos años tienen su prehistoria en los pueblos autóctonos que habitaban esta tierra con la riqueza de sus culturas”, acotó.

“De los pueblos que ya entonces poblaban las regiones sureñas, amantes de la tierra, de sus costumbres, sus familias y su autonomía, sobresalen hasta nuestros días los mapuches”, expresó.

De ahí es que más adelante en su alocución, si bien no mencionó la mesa de diálogo anunciada el viernes por el Presidente Piñera que se instalará en la Araucanía tras el término de las celebraciones por el Bicentenario, el Cardenal llamó tanto a los comuneros como al gobierno a establecer conversaciones que permitan, en el corto plazo, terminar con el ayuno. “Nos preocupa profundamente la huelga de hambre de nuestros hermanos mapuches que puede dejar en ellos daños irreparables”, enfatizó el prelado.
“Chile entero está de fiesta. Celebran en la profundidad de la tierra nuestros 33 mineros; también los damnificados por el terremoto y el maremoto. Cómo quisiéramos que los comuneros que hacen huelga de hambre también estuvieran de fiesta (…) de corazón les pedimos a ellos y a las autoridades restablecer las confianzas imprescindibles para que cese la huelga y se instaure un diálogo generoso y visionario”, agregó.

Si bien en el gobierno las palabras del Arzobispo fueron bien recibidas, ayer el propio Presidente Piñera dejó establecido que todavía se está esperando alguna señal de los huelguistas, poniendo de manifiesto así que hasta el momento sólo el gobierno ha dado pasos para solucionar el conflicto.

“El camino es el diálogo, la unidad, no la violencia, no las huelgas de hambre y hemos constituido una mesa de diálogo con el pueblo mapuche, con todos nuestros pueblos originarios, que se va a iniciar la próxima semana”, dijo al tiempo que, endureciendo el tono con que se había referido al tema durante en estos días, enfatizó que “no hay que confundir a nuestros pueblos originarios, a los mapuches que están participando en estas celebraciones, con los 34 comuneros que han tomado el camino equivocado”.

Desde la Concertación, en cambio, se miró con algo de escepticismo la propuesta del Jefe de Estado de instaurar un espacio de negociaciones. Fue la ex Presidenta Michelle Bachelet quien, tras el Tedéum, puso en duda que la mesa pueda servir para deponer el ayuno de los comuneros.

“Creo que la mesa de diálogo es muy importante, pero esta mesa, que tiene plazo hasta diciembre, no va a resolver el conflicto contingente. Esa mesa debería tener otro plazo a la brevedad para ir en apoyo de la solución del problema de la huelga de hambre”, explicó.