Hasta las pizarras de Pintados llegaron los más de 50 interesados (desde jóvenes hasta adultos mayores y dueñas de casa) en conocer sobre la historia de los geoglifos y petroglifos de la comuna de Pozo Almonte, milenaria muestra de cómo se vivía en la etapa precolombina en nuestra región.
“Los geoglifos y petroglifos era el modo de representar los sucesos cotidianos que hacían los indígenas de la zona. Acá se pueden ver muchas formas de personas, animales y otras formas geométricas, de las que nadie tiene una certeza el porqué de hacerlas a tal tamaño o en este lugar, pero lo que sí se ha estudiado es que, supuestamente, representarían parte de lo que ellos vivían”, manifestó el guía de la expedición, el académico Paul Spaudo.
También, en el lugar las personas pudieron conocer la diferencia entre los geoglifos y los petroglifos y la historia de cómo, supuestamente, se escogió este y otros los lugares para confeccionar los geoglifos, ya que serían lugares de paso, pero que cuentan con una rica vegetación, por lo que pertenecen a centros urbanos de la época prehispánica.
Spaudo aprovechó de explicar el peligro que corren estos vestigios, “debido al desconocimiento de la gente, que en sus 4x4 recorren los cerros, no dando cuenta del daño que se hace a los geoglifos. A la vez, existe poca señalización en los lugares en donde se encuentran por lo que se hace imposible saber, arriba del auto, si la zona está protegida o no”.
La coordinadora de la actividad, Grace Vergara, expresó que “esta iniciativa, que generamos por las celebraciones del Bicentenario, gracias al apoyo del alcalde de Pozo Almonte, Augusto Smith, queremos repetirla, ya que muchas de las personas se interesaron por conocer el sector de Tamentica, en Huatacondo, además de la ciudad perdida que existe y las huellas de dinosaurios, que no todos conocen, pero que forman parte importante de lo que es el patrimonio regional y de la nación”.
