lunes, 11 de julio de 2011

Nueva propuesta del Gobierno para uniones de hecho es “discriminatoria”

El Presidente Sebastián Piñera espera cumplir, finalmente, con una promesa de campaña y enviar la propuesta sobre regulación de las uniones de hecho. Al menos así se lo habría hecho saber el pasado domingo a la directiva de la UDI, el conglomerado más reticente a una legislación en este tema.

Según ha trascendido, el proyecto -denominado inicialmente “Acuerdo de Convivencia No Matrimonial”- permitirá que las parejas de hecho, tanto heterosexuales y homosexuales, puedan inscribirse ante el Registro Civil, luego de hacerlo ante una notaría, si es que cumplen con algunos requisitos, entre ellos, un período de convivencia de más de un año.

Entre las principales restricciones se encuentra que el contrato sea suscrito entre parientes por consanguinidad o por quienes mantengan matrimonio o acuerdo vigente.

Desde la UDI, donde esperaban más bien una regulación del patrimonio que el reconocimiento de un vínculo afectivo, el jefe de bancada, senador Andrés Chadwick, señaló que la iniciativa aún puede ser modificada.

“Hay algunos parlamentarios de la UDI a los que podrá o no gustarle que sea un oficial del registro civil, pero creo que lo más importante es esperar el proyecto del Presidente para verlo en su contexto y quienes puedan manifestar una legítima discrepancia, pueden hacerlo en ese punto”, dijo Chadwick.

Desde Renovación Nacional, el diputado Joaquín Godoy, quien junto a su par Karla Rubilar ha intentado reunir apoyos para este proyecto en parlamentarios de la Concertación, aseguró que la propuesta del gobierno reunirá a cabalidad con la promesa de campaña.

Godoy afirmó que es un avance sumamente grande para más de dos millones de personas que conviven y defendió además el requisito de un año de convivencia.

“Es un requisito muy sencillo de cumplir porque simplemente tiene que haber una declaración jurada por parte de las personas que lo contraen. Se pide para evitar que el acuerdo se termine transformando en una fórmula que puedan tener las personas para hacer evasión tributaria o que se ocupe en alguna irregularidad en lo económico. Eso era muy importante de despejar y la fórmula que se da de un año, y de esto tan sencillo que es hacer una declaración jurada, ese punto se sabe”, sostuvo el legislador.

Para el parlamentario el proyecto va “acorde con los tiempos” puesto que hay mucha gente, incluso en la oposición, que aún no está disponible para legislar a favor de un matrimonio homosexual.

Por su parte Luis Larraín, de la Fundación Iguales, sostuvo que es un avance, pero advirtió que tiene aspectos discriminatorios.

“Hay que ser honestos y reconocer que tiene algunas falencias. El nombre me parece poco adecuado porque ponerle el título de No Matrimonial ya implica que se trata de una legislación de segunda categoría. El hecho de exigir un año de convivencia, me parece discriminatorio porque a las personas que no son homosexuales no se les solicita este requisito. Hay una especie de voto de desconfianza hacia los homosexuales, que aparentemente no serían capaces de discernir por sí mismos cuándo corresponde vivir en pareja versus los heterosexuales”, comentó el dirigente ciudadano.

Larraín afirmó también que el recurrir a una notaría implica un gasto que limita el acceso de las personas de menos recursos, por lo que debería recurrirse directamente al Registro Civil.

En tanto Teresa Valdés, coordinadora del Observatorio de Género y Equidad, valoró que haya una disposición para discutir el tema aunque advirtió que hay que analizar el texto para conocer la “letra chica”.

No obstante, Teresa Valdés, señaló que la iniciativa, de llegar al Congreso con estas características, mantiene aspectos muy graves.

“Contiene principalmente situaciones discriminatorias porque no se recuerda que estamos en igualdad ante la ley. El hecho de que se pida convivencia previa de un año, nos parece tremendamente discriminatorio y nos preocupa en términos de que hay una normativa de no discriminación que todavía no logramos zanjar en el Parlamento y esto no hace más que avalar que no se avance y se mantenga la discriminación en especial de la población homosexual. Nos parece que la idea de que haya un registro es interesante, pero nuestra propuesta es de un matrimonio igualitario”, sentenció Valdés.

Para la socióloga es evidente que detrás de esto está el gremialismo y otros sectores conservadores como las iglesias evangélicas.
Desde La Moneda, sin embargo, la vocera Ena Von Baer advirtió que aún se trabaja en el proyecto definitivo.