El vocero de los trabajadores, Marcelo Tapia, confirmó que la mina, situada a más de 3.000 metros de altura en la región de Antofagasta, seguirá paralizada al 100% y con sus cuatro accesos bloqueados.
La huelga ocasionó a la empresa dejar de producir 21.000 toneladas de cobre con un valor de pérdidas por 210 millones de dólares.
A una semana de paro, y frente a la falta de negociación, el sindicato solicitó el lunes la intervención de la Dirección del Trabajo para mediar entre la firma y sus trabajadores. Finalmente, el Gobierno aceptó el pedido y citó a la empresa y a los trabajadores a una reunión para el martes próximo.
"Nuestros abogados entregaron los documentos a la Dirección del Trabajo para que solicite la mediación correspondiente a Minera Escondida. Creemos que las autoridades chilenas deben hacer cumplir las leyes", sostuvo Roberto Arriagada, dirigente del Sindicato de Trabajadores de Escondida.
Tapia aseguró que la mediación busca abrir "un espacio de diálogo" con la administración de la mina que permita resolver el paro que unos 2.300 operarios comenzaron el jueves pasado. Con esta medida se busca además "que quede constancia de que estamos en proceso de negociación colectiva", agregó.
El mayor reclamo de los trabajadores refiere a un bono extraordinario anual por concepto de producción de unos 11.000 dólares para cada uno de los operarios. Mientras, la empresa ofrece cerca de 6.000 dólares.
La minera, controlada en 57,5% por la anglo-australiana BHP Billiton, en una carta enviada el domingo a los trabajadores, rechazó la huelga, a la que calificó de ilegal, y afirmó que está fuera del orden jurídico ya que la negociación colectiva con sus trabajadores concluyó en 2009.
Escondida, que produce más de un millón de toneladas anuales de cobre, equivalentes al 6,8 por ciento del mineral rojo extraído a nivel mundial, señaló el miércoles que la paralización los obligó a declarar "fuerza mayor", decreto que le permitirá a la empresa dejar de cumplir sus contratos de venta.
