viernes, 8 de julio de 2011

Piñera registra caída histórica de aprobación


La popularidad del presidente chileno, Sebastián Piñera, llegó a 31%, la cifra más baja en 15 meses de gobierno, arrastrado por las masivas protestas de estudiantes y fuertes críticas a su falta de conducción política.

El último sondeo de la consultora privada Adimark, revelado este jueves, mostró una caída de 5 puntos en la aprobación a Piñera en junio y un rechazo récord del 60%, en un mes marcado por las masivas protestas de estudiantes que abogan por el fortalecimiento de la educación pública.

En los últimos seis meses, Piñera ha afrontado múltiples protestas ciudadanas que hicieron olvidar rápidamente el fervor del histórico rescate de los 33 mineros de Atacama que elevó su popularidad a un récord del 63%, en octubre de 2010.

En las últimas semanas, dos marchas de estudiantes por la céntrica Alameda lograron congregar a más de 80.000 personas cada vez, en medio de una renovada efervescencia ciudadana no vista en Chile desde el retorno a la democracia, tras dictadura de Augusto Pinochet en 1990.

En un intento de desactivar el conflicto, Piñera anunció el martes una inyección de 4.000 millones de dólares (equivalentes al 40% en el presupuesto de educación), pero su propuesta fue rechazada por los estudiantes que seguirán con las manifestaciones.

"Sin lugar a dudas éste es un profundo llamando de atención para toda la clase política", comentó la vocera del Ejecutivo, Ena von Baer, comentando los resultados de la encuesta Adimark.

"El gobierno tiene que asumir que tiene un problema grave: Piñera tiene niveles de desaprobación mayores que el propio Pinochet", respondió de su lado el portavoz de la coalición opositora, Osvaldo Andrade.

Piñera, un multimillonario empresario, se convirtió en marzo de 2010 en el primer gobernante de derecha en Chile en dos décadas, en un triunfo que puso fin a cuatro gobiernos sucesivos de centro izquierda.

El mandatario asumió en medio de las réplicas del terremoto que devastó al centro y sur de Chile el 27 de febrero de 2010, y durante el primer año debió hacer frente a la tragedia.

El espectacular rescate en octubre de 33 mineros que permanecieron atrapados por 69 días a 700 metros de profundidad, seguido por millones de personas en todo el mundo, le dio la oportunidad a Piñera de mostrar la eficiencia de su Gobierno.

Pero tras el fin del llamado 'efecto mineros', comenzó a bajar la popularidad del mandatario, quien ya no se ve tan sonriente y ha reducido notablemente su actividad pública.

El miércoles, Piñera atribuyó a la "impaciencia" de la ciudadanía la emergencia de las protestas y dijo que hay un contraste con la real situación del país, que este año se apresta a crecer sobre el 6%.

"Siento que el país está bien. Está progresando, está creciendo mucho más que antes. Está creando más empleos, está avanzando en la educación, en salud, en (combatir) la delincuencia", señaló.

"La ciudadanía está más exigente, está más empoderada, a veces está muy impaciente, pide que todos los problemas que se arrastran por años y años se resuelvan aquí y ahora", agregó en una entrevista televisiva.

Para algunos analistas, el problema está en la falta de conducción política del mandatario y en la ausencia de un sello distintivo de su gobierno.

"El gobierno tiene que hacer palanca entre satisfacer la demanda ciudadana y que su gente no lo abandone. Pero el presidente Piñera no tiene la muñeca política suficiente para ello", comentó la analista Marta Lagos, dueña de la encuestado Latinobarómetro.

"El problema de este gobierno es el diseño político deficiente para enfrentar las crisis. No existe capacidad de articular a los partidos ni al gobierno. Cuando el presidente enfrenta un conflicto, parece que estuviera solo", coincidió el sociólogo de la Universidad de Desarrollo, Eugenio Guzmán.