miércoles, 20 de julio de 2011

Ariqueños confirman manifestaciones por abandono de la región


Para el sábado 20 de agosto está programada la movilización regional coordinada por la Asamblea del Consejo de la Ciudadanía de Arica. Según indicaron los organizadores será una acción pacífica a la espera de un pronunciamiento por parte del Gobierno sobre las medidas con las que pretende fomentar e incentivar la actividad comercial y laboral en la ciudad.

Este paquete es parte de las promesas de campaña del Presidente Sebastián Piñera y fueron ratificadas en un paso por la región ya en su calidad de Mandatario, ofreciendo una inversión de 810 millones de dólares en el sector público y una inversión privada de 670 millones.

Sin embargo, se han ido cumpliendo todos los plazos autoimpuestos por las autoridades y los ariqueños no quieren esperar más.

“Nos sentimos abandonados del Estado central ya por 38 años. Esta es una situación que ha traspasado todos los gobiernos y nos hace sentirnos como exiliados en nuestra propia patria. Los ariqueños somos considerados ciudadanos de segunda categoría pese a que somos nosotros los que hacemos soberanía en esta parte de Chile y esto ya ha llegado a una situación en la que tenemos que manifestar nuestra indignación”, explicó el coordinador del Consejo, Hermann Mondaca.

Mondaca aseguró que entre 1958 y 1974, Arica alcanzó su etapa de máxima prosperidad caracterizada por la descentralización y por el vínculo con el desarrollo nacional, lo que finalizó de golpe con la vuelta al centralismo, el olvido en democracia y que la tardía creación de la región e Arica y Parinacota no resolvió el problema.

Mientras, la zona se estanca y sus habitantes ven con envidia el desarrollo de Tacna e Iquique, ciudades con las que no pueden competir. En este sentido, el presidente local de la CUT, Julio Olivares, destacó el tema laboral como una de las mayores falencias para el desarrollo.

“Tenemos un ir y venir de trabajadores que migran hacia otras regiones. La cesantía aquí ha sido un problema estructural y hay poca preocupación del gobierno central por Arica. Esta zona debería ser tratada de forma diferente a otras regiones y por lo tanto se pediría que verdaderamente se pueda favorecer a los empresarios y que haya una ciudad atrayente para que vengan a invertir y generen mano de obra”, sostuvo Olivares.

A este escenario se suman fuertes temas medioambientales que van mermando la posibilidad de alcanzar un desarrollo sustentable que no dañe la naturaleza ni a la ciudadanía.

“Esta región es emblemática en cuanto a los conflictos ambientales, en especial, en minería, geotermia, polimetales, transgénicos y termoeléctricas. Y no hay una posición clara de resolución que pueda haber en estos temas que nos afecta”, comentó Vilma Castro de la Red Ambiental Arica-Parinacota.

Entre ellos se encuentra el tema del plomo y las dos mil toneladas de arsénico que no sólo amenazan al valle de Lluta y Arica, sino que han contaminado la ciudad viajando a través del viento, la destrucción del valle de Azapa y las consecuencias para la salud del avance de las semilleras de cultivos transgénicos y la presencia de proyectos contaminantes como centrales termoeléctricas en la zona.

Con todo esto, los dirigentes aseguran que se ha vuelto insostenible habitar esta ciudad y que se requiere un urgente salvataje. Las autoridades se han puesto un nuevo plazo para los anuncios, este 30 de julio, pero los ciudadanos desconfiados ante tanta demora insisten en el llamado a organizarse.