lunes, 11 de mayo de 2015

Aduanas detecta 822 kilos de cocaína ocultos en madera

Análisis de inteligencia y trabajo conjunto con la Aduana de Bolivia permitió detectar millonario cargamento que tenía como destino Francia.

Un millonario cargamento de tablas Ipé rellenas con cocaína detectó el Servicio Nacional de Aduanas en el puerto de Arica. La droga tenía como destino final el puerto de Le Havre, Francia, y la selección del camión se logró gracias a la gestión coordinada de fronteras y trabajo conjunto con la Aduana Nacional de Bolivia.

El procedimiento comenzó el jueves 8 de mayo cuando los analistas de la aduana chilena detectaron un camión con carga riesgosa que ingresó por el complejo fronterizo Chungará.

Con esos antecedentes y en coordinación con la Aduana Nacional de Bolivia, que también había identificado como riesgoso el cargamento, el vehículo fue sometido a revisión con tecnología de rayos X y se estableció que traía madera cuyas densidades no correspondían a lo normal. Con esos parámetros, se activaron los canes detectores de droga y también dieron una alerta positiva, entre los que estuvo el avezado “Keeper”.

Inmediatamente se notificó al Ministerio Público y comenzó una ardua tarea destinada a inspeccionar y abrir un total 1.343 tablas de Ipé, las cuales tenían una extensión de 1 metro 50 centímetros de largo por 9 centímetros de ancho y 2 centímetros de espesor. Fue así como se estableció que cada tabla traía 5 espacios ocultos y rellenos con paquetes de 120 a 130 gramos de cocaína cada uno, los que estaban además forrados en aluminio, plástico e impregnados en una resina transparente que tenía como finalidad encubrir el olor de la droga.

Tras un extenso trabajo que se extendió desde el jueves 8 de mayo hasta el domingo y que involucró el uso de sierras, martillos, cinceles e incluso hachas, la Aduana chilena logró decomisar 6.637 paquetes con un total de 822 kilos y 470 gramos de cocaína de alta pureza.

Durante todo el proceso y por instrucciones de la fiscalía se contó con el apoyo para el análisis, pesaje y vigilancia de la droga de funcionarios de la Brigada Antinarcóticos de la Policía de Investigaciones de Chile, quienes además desarrollan en paralelo una serie de pesquisas relativas al caso y que siguen en curso.
  
El Subdirector de Fiscalización del Servicio Nacional de Aduanas, José Luis Castro, destacó el uso de análisis de riesgos por parte de los aduaneros y el apoyo brindado por la Aduana de Bolivia, con quienes existe un amplio trabajo colaborativo.

“Es la primera vez que nos encontramos con este tipo tan meticuloso de ocultamiento, puesto que si bien en otras oportunidades habíamos detectado droga oculta en madera, se trataba de pilares o tablones más gruesos”, explicó Castro, quien valoró además el esfuerzo adicional hecho por los aduaneros para sacar la droga desde cada una de las miles de tablas.

El Subdirector de Fiscalización de Aduanas agregó que “junto con el trabajo de análisis y accionar operativo, nuestros aduaneros debieron implementar un sistema para recuperar cada uno de los paquetes ocultos al interior de las tablas. Primero hubo que discriminar las maderas contaminadas y de ahí trozarlas y abrir una por una hasta llegar a los más de 6 mil paquetes”.

El intendente de Arica y Parinacota, Emilio Rodríguez, destacó el trabajo realizado por Aduanas para desbaratar este cargamento. Según comentó, "la acción desplegada por sus funcionarios en coordinación con sus pares de Bolivia y la PDI lograron dejar al descubierto este hecho que es un golpe al narcotráfico".

El jefe regional agregó que inversiones como la que desarrolla el Gobierno chileno en el complejo fronterizo Chungará, donde se destinan 20 mil millones de pesos para levantar una nueva estructura "permitirá, junto con darle mejor calidad de vida a los funcionarios de los servicios públicos, una mejor infraestructura para prevenir el ingreso de drogas a nuestra región".


El camión con las tablas venía desde Santa Cruz y su ruta era Tambo Quemado, Chungará y Arica, donde pretendía ser embarcado rumbo a Europa. Para ello las maderas debían ser acopiadas e ingresadas a un contenedor.